Esta Neurotica soy yo...Conozcanme

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Intelectualoide psicopata autodestructiva. Fumadora compulsiva. Hombreriega empedernida. Guaranga persiguiendo a su ex.
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sábado, 10 de julio de 2010

La Primera Cita PARTE II


Hay ciertas cosas que NO nos pueden pasar en la primera cita, que NO DA que pasen, que el barba NO PUEDE ser tan puto y tirarnos esa maldición.
Supongamos el caso de que el muchacho citado nos gusta realmente y cuando todo va bien, cuando estamos compartiendo una cervecita en la mesa de un bar nos paramos y vamos caminando femeninamente al baño y allí nos damos cuenta de que…NOS VINO!!! Y de que nos vino con todo!!! Y justo estábamos estrenando un vestidito blanco y como re contra colgadas no nos dimos ni cuenta de que Andrés se avecinaba y no tenemos la protección necesaria.
Solución: robar el mantel de alguna mesa o taparnos con una hoja de diario y salir corriendo, en lo posible, a escondidas de él (arrastrándonos por el piso o corriendo por la cocina o quedarnos encerradas en el baño hasta que cierre el bar) y luego llamarlo para decirle: ¡Boludo! ¡No sabes lo que me pasó! Fui al baño y me caí por el inodoro y aparecí flotando en el mar Egeo… ¡Posta!… ¡el Egeo!

No haber hecho caso de las cosas que aconsejé NO hacer durante la previa a la cita en la Parte I y, por ejemplo, habernos pasado con el escabio y habernos dormido tiradas sobre la alfombra con el techo dando vueltas y vomitando y despertar cinco horas mas tarde habiendo dejado re plantado al candidato. Como buenas señoritas lo que corresponde es agarrar el teléfono, llamarlo y confesar:
¡Ay boludo! Te juro que iba para allá re puntual y en el camino me corrió una jauría como cuarentas kilómetros y yo iba con minifalda y taco aguja y en plena maratón me quisieron hacer un reportaje para Crónica Tv… ¡fue horrible!
(Para ser mas creíbles quiebren la voz como si estuvieran a punto de llorar).

Que aparezca justo en ese momento otro muchacho con el cual andemos flirteando.
Ahí va la típica: Mi primo un amigo un amigo mi primo.

Mearnos encima y eructar de tomar tanta cerveza; que se nos desabroche el corpiño, se nos rompa el taco, se nos corra la media; que nos salga un grano enorme en la nariz justo ese día., que rexona que nunca te abandona te deje re tirada.
A veces las cosas malas son ajenas a nosotras, a nuestra voluntad, nuestra mala leche y nuestra torpeza. Por ejemplo: una vez salí a un bar con un muchacho y allí se nos pegó un choborra que me bautizó “Vinito” anonadado por mi manera de ingerir vino y luego se encargó de decirle a todo el bar y, sobre todo, a mi acompañante, lo feo que le parecía mi vestido…
“¡Che que feo vestido que tene vo`hija è puta! … ¡Loco no pode` estar con esta mina que tiene un vestido tan feo!... ¡Locasa e vo` veni mira el vestido horrible que se metió la vinito!”
La solución ante el caso de que aparezcan estos hijos de re mil puta es romperles la geta de una trompada o con un zapato o con una botella en la cabeza así cierran la bocaza.

Si ante diversas malas leches la están re embarrando y ven que el galán de turno ya se está poniendo incómodo o cosas así y no lo quieren perder háganla corta: se ponen de rodillas, le bajan la bragueta le sacan el amigo para afuera y que se vaya todo a la re puta madre que lo re mil parió. Negarse no se va a negar.

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