Esta Neurotica soy yo...Conozcanme

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Intelectualoide psicopata autodestructiva. Fumadora compulsiva. Hombreriega empedernida. Guaranga persiguiendo a su ex.
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jueves, 20 de diciembre de 2012

Gui guisiu a meri crismas 

an a japi niu ier




(Desprolijo borrador de una carta a santa)



Querido Papá Noel...

Maldito gordo moralista: 

                                            He decidido escribirte esta carta que nunca vas a leer por el solo motivo de estar al  pedo, con ganas de redactar y sin otro destinatario posible ya que en los últimos días he perdido la dignidad en un par de mensajes de texto, que, encima de todo, no obtuvieron respuesta por parte de los remitentes masculinos...¿falta de crédito tal vez?

Debería decirte que este año no me porté nada bien, igual que los últimos 13 años, desde que conocí el vino, al menos. De todos modos creo que merezco recibir tu visita. Te esperaría con las bucaneras puestas, pero no me gustan los panzones catequistas. Por el contrario sí me gustan los regalos, soy una divina mujer a la cual le gusta recibir obsequios sabiamente pensados y seleccionados por parte de los demás ...soy una maldita perra interesada que gusta festejar en su casa  la llegada de un niñito en el cual no cree por el sólo hecho de que los invitados vienen con regalos costosos y un arsenal de bebidas bajo el brazo que nunca se acaban en la misma noche y  quedan, por ende,  para la anfitriona. 
(...)

                                          Confieso que me gustaría saber bajo qué criterios decidís si alguien se ha portado bien o mal; tengo esa incógnita desde niña, cuando mis padres juraban y re juraban que existías y que tenía que romperme el orto en el colegio para que a fin de año dejaras en el arbolito de la casa puras pelotas de fútbol, autitos de carrera  y muñecos de He-man...Me parece que te confundías un poco ya que  lo que tengo entre las piernas es distinto de lo que tienen mis hermanos varones y esa sóla diferencia indica socialmente que la nenas no jugamos con los juguetes de los nenes, osea que además de ser un gordo  pelotudo  también sos un gordo machista. Y lo peor de todo era el consuelo de mis papis  eran las estúpidas palabras de mis progenitores diciéndome que tal vez no me había esforzado demasiado o que Vos te habías ofendido porque un día decidí poner una araña entre las sábanas del mariconazo de mi  hermano mayor. 


(....) 
                                        Oh! santa! estoy tan deprimida. En depto de al lado están mirando el capítulo final de la serie Graduados, que lo mejor que tiene es a Luciano Cáceres con el cabello atado, que lo peor que tiene es a Gloria Carrá que siempre me pareció mas fea que la mierda. Yo la invoco en mis relaciones sexuales para no acabar tan rápido mientras que invoco a su marido cuando deseo acelerar el proceso. 
Esta víspera de tu llegada es un bajón, se me acabó la cerveza. Se ve que mis vecinos se pusieron setentoochentosos con la novela ya que están guitarreando música para el suicidio..."yo vivía en el bosque muy contento"..."viví el presente, el presente y nada más"...y toda la lista de temas de la película de Tanguito que es una gran cagada.
 Oh! Santa! te pido disculpas de todo corazón por todos mis malos actos, por ser tan drogadicta, por no gustarme trabajar, por ser esclava del "casual sex"...perdoname por favor por estas líneas llenas de malas palabras y odio pedorro...
´Oh Santa! comienzo a despedirme. Quiero que sepas que si escribí estas palabras a un ser imaginario es porque he fumado cosas copadas y que, si de todo lo dicho te he ofendido con algo, quiero que sepas que desde el fondo de mi corazón, me importa una mierda. 


                                                                Yo. 


P.D.: Hice esta torta que guardo en la heladera con la sola finalidad de estrecharla contra tu cara blanca y tus cachetes gorditorojos. Amén!

viernes, 8 de junio de 2012



Buenas buenas....

Como no tengo ninguna historia que ofrecerles,

tal vez por haber ingresado en un período de pseudo madurez

e intento encajar en la sociedad "bien" para enderezar  un poco mi vida

escapando a los gritos intensos de la parranda que me llama y que me quiere (ya caeré)

les paso un datito...En el día de la fecha se ha posteado en el blog de Efa, Matinée de Depravados, mi tercera

colaboración con el muchacho y los invito, pues, a que pasen y vean y lean un relato de no creer, picante,

ingenioso y más que creativo. Para llegar hasta allí pulse aquí en Chicas Calendario (clímax)...

Y he aquí otras divertidísimas colaboraciones El PermitidoLamparones y Lesbos (bueno, este último fue más

que nada una idea)...

En fin...os dejo aquí con un esritor que no da para perderse y...qué se yo....vayanse a laconcha de su madre :)

Hsta la próxima :)


martes, 24 de abril de 2012

No hay título


Para Pablo Sansone !


ACTO I

-Amor voy a la psicóloga, en cuarenta y cinco minutos estoy acá y vemos que cenamos ¿dale?
-Dale hermosa, ¿pero segura que no queres que te lleve? Me encanta acompañarte…
-No mi amor, voy caminando si es acá nomás, mua mua.

ACTO II

(……bla blabla bla bla bla bla………………….)

¿Generarme un sentimiento maternal?...NI-EN-PEDO…Los detesto, la pendejita me hace jugar con ella en el subi baja, que le tengo pánico, encima parece que se da cuenta y sube y baja a lo brusco, y tiene ocho años pero debe pesar unos 57 kilos y yo que soy una piltrafa… me puede, siento morir…Pero Carla tal vez deberías aprovechar estas situaciones para trabajar sobre tu paciencia… ¿Paciencia? ¿Cómo carajos puedo ser paciente si vamos a la playa y se me tiran encima como si yo fuera un gladiador? Y la nena me pide caballito… ¿sabes lo difícil que es hacerle caballito a un tanque y encima correr sobre la arena, justo a mi que me quiebro si sopla el viento fuerte y que tengo menos entrenamiento que un choripán?... ¿Y entonces crees que la relación con él puede funcionar si tanto te perjudican sus hijos?...Mmmmh, no sé, lo que me perjudican son los nervios…y no sólo sus críos sino también su “ex”…¿Por qué su ex? ¿Sentís que aun la quiere?...No sé si la quiere o no la quiere pero ¿viste que cuando hay una separación con pendejos en el medio está la opción de que padre y madre se pelean a full, carta documento en el medio, abogados, jueces de familia, tenencia compartida o no, que esto que el otro y todo un bolonqui por el estilo?...Bueno en este caso no es así, él es el “separado todo bien”, cuando va a buscar a los nenes les lleva chocolates a todos y también a la mina…eso me enferma, me pone loca loCA LOCA…Bueno Carla tu punto de vista es comprensible, tus celos son normales…¿nunca se lo planteaste a él?...Y no, mirá, yo ahora estoy en papel de “la novia copada”, la novia hiper abierta (no solo de piernas) e hiper vanguardista en las relaciones…pero lo cierto es que tengo una gran careta, lo único que me consuela es que la ex sea mas fea que mi vieja cuando se levanta…Pero Carla, nada de esto está ayudando a la terapia, vas a tener que empezar a tomar decisiones, hacerte respetar….¡Respeto! claro, respeto es lo que necesito, no da que me esté estresando tanto por un tipo porque es guapo y la tiene grande, ahora también resulta que cada vez que vienen sus hijos de visita me pide que no fume marihuana al menos con una hora de anticipación, también me dice que no quiere que sus hijos sepan que yo fumo tabaco, porque son deportistas y les indigna, y tengo que esconder el etílico que hay en la heladera para que no se asusten, porque claro, pasa que la mama de ellos es muy sana, hace deporte, se cuida, come tofu y soja y fideos de arroz y bebe agua mineral…les va a costar mucho a los gorditos acostumbrarse a una mina tan diferentes como yo y etc etc…ahora me arrepiento de haberle pedido que me presente a sus hijos y me arrepiento de haberle dicho que se mude a mi casa, y me arrepiento de tener novio si yo estaba muy bien sola y……


ACTO III

-Hola hermosa ¿cómo te fue?
-Agarrá todas tus cosas y ANDATE YA MISMO a la re puta madre que te re mil parió.

FIN

lunes, 23 de enero de 2012

Let`s Work


Cuando fue evidente que la cara de mi jefe no connotaba la falta de sexo con su mujer sino las pocas ganas de que yo ocupe ese lugar de trabajo, comencé a preocuparme.
No me copaba ni ahí la idea estar nuevamente desocupada ni de verme obligada a tomar el teléfono para solicitar ayuda económica a mi madre.
Sabiamente madura intenté hacer todo lo posible para evitar la situación del despido y una noche decidí confeccionar una lista con las posibles causas de la imposibilidad que tengo para conseguir el éxito en el campo laboral. Mi lista decía:

-Llegar tarde al trabajo.
-Llegar tarde y ebria al trabajo.
-Llegar tarde, ebria y con una caravana de cachivches que conocí en el bar y que amablemente se ofrecieron a acompañarme hasta el trabajo y permanecer un rato en la puerta del mismo una vez llegados, dándonos abrazos de despedida y cantando a viva voz canciones viejas de rock nacional.
-Llegar tarde y ponerme a apretar en la puerta del trabajo con el galán de turno.
-Tomar cocaína en el baño.
-Tomar cocaína sobre el escritorio cuando “nadie me ve”.
-Escaparme a dar una vuelta a la manzana para fumar unas flores, regresar y reírme de la cara de todos mis compañeros de trabajo y del jefe sobre todo.
-Regresar fumada de la vuelta recreativa con una docena de facturas, una botella de coca cola, cuatro paquetes de papa fritas y una bolsa de caramelos y consumir todo sin parar y sin compartir y encima de todo agitarle al jefe para que haga mate y compre bizcochitos.
-Volver re loca de la caminata recreativa y quedarme dormida sobre el teclado de la computadora…y roncando…obvio.
-Volver de la caminata recreativa muy muy muy fumada y mirar en youtube videos de publicidades que me hacen morir de risa e incentivar a los demás a que hagan lo mismo.
-Arribar al trabajo tarde, con un acido bajo la lengua, unos tragos de más y pararme encima del escritorio haciéndome la Janis Joplin.
-Fumar porro en el baño del laburo y luego hacer joditas telefónicas durante varias horas…y de larga distancia, claro.
-Ingresar a la oficina bajo los efectos de todo lo que se les pueda ocurrir y con las hormonas en estado de alerta y con algunos síntomas depresivos también puede haber sido grave ya que en esos momentos más de una vez hice propuestas indecentes (sexuales siempre) a los compañeros y compañeras de trabajo y al jefe, claro.

Estos eran algunos de los tips que anoté pero luego de leerlos para intentar reflexionar no pude evitar morirme de risa y festejar mis desajustes...”Uh la vez que le ofrecí sexo a Marta…la cara que puso!!! Estuvo buenísimo!!! Mañana se la hago de nuevo ”…y cosas por el estilo.
Así transcurrieron los días hasta que la paciencia del jefe se acabó y me dijo a los gritos: “Pendeja de mierda me tenés los huevos hechos tortilla”. “Tortilla quiero yo con Marta” pensé, pero por cuestiones de educación no dije el comentario en voz alta.
El jefe me pidió que redacte mi renuncia para que la misma sea enviada al Presidente de la empresa para que pueda aprobarla.
Esta fue mi declaración:
Señor Presidente, el cerdo apestoso del jefe me ha solicitado en el día de la fecha que redacte mi renuncia a este puesto de trabajo. En lugar de despedirme el muy asqueroso debería sentirse felíz de tener aquí a una señorita como yo, siempre dispuesta a hacerle un pete por debajo del escritorio…No digo que soy muy apetecible pero al menos soy mas delgada que la barraca de su mujer.
Pero sabe qué Señor Presidente, le digo una cosa…a mi de acá no me echa nadie…no…no me voy porque me echen me voy porque yo quiero…A la mierda con esta oficina llena de zoretes cara de orto, de minitas que no son culo de mostrar un poco mas las piernas, de barrigones cara de evangélicos, de viejas atoradas de hidratos de carbono y mate y mate y mate; me tiene harta hasta el cadete que cada vez que vuelve se mete en el baño a cagar y tranca el inodoro y deja un olor a mierda asqueroso y yo no puedo tomar falopa tranquila y me veo obligada a peinar en el escritorio…¿Y sabe que más? Puede meterse en el culo el sueldo horrible que paga a cambio de mi mano de obra, uno por uno los billetitos hechos canuto en la ranura del tuje.
Me voy porque quiero…gil.

Claro que la renuncia fue aceptada y aquí estoy nuevamente leyendo los clasificados y me cago en la madre, todos piden “referencias” y las mías, claro, muy buenas no son.

martes, 11 de octubre de 2011

Pornostar Parte IV: ¿quién es el psicópata?


Querido Martín:

Espero estés muy bien en Tokio y que tu película y todos tus proyectos marchen de maravilla. Yo continúo muy bien en Barcelona, mi tesis marcha diez puntos, o bien…marchaba…eso ya lo entenderás en las siguientes líneas.
Como siempre me trae por aquí el contarte sobre mis anécdotas sexuales lo cual es algo que me satisface demasiado ya que sé a su vez lo mucho que te agrada leerlas. Te imagino con una mano sosteniendo la carta y con la otra tu verga húmeda y parada y que terminás junto con mis palabras y tirás la guasca sobre el beso rojo que estampillo en la hoja cada vez que te despido.
Hace unas cuantas semanas hice lo que te prometí que nunca haría…tuve sexo con Juan Manuel. Lo que sucedió es que yo estaba tristísima y él cumplió durante varias horas un rol protector conmigo regalándome una especie de cariño que nunca obtuve de la alcohólica anoréxica de mi madre ni del cerdo salaminero de mi padre. Así que Juan Manuel estuvo conmigo todo un día escuchando mis lamentos. Ahí vas, pensaba yo, y no podía creer que un tipo se tome el trabajo de hacerse el amigo ejemplar que escucha mis penas sólo para ver si puede cogerme. Me gustó jugar con las probabilidades y sus especulaciones, con esa incertidumbre suya de qué era lo que iba a pasar. Su cara de desesperación por penetrarme de a momentos era insuperable, me desnudaba con la mirada y hacía vanos esfuerzos por que yo no notara su verga venosa y brillante abajo del pantalón a punto de explotar. Disfruté entonces con algo de malicia la urgencia del jodido pajero compulsivo hasta que me dio lástima, bajé la guardia y me dejé empujar salvajemente contra la mesa, contra la pared, contra la cama. Allí me puso boca abajo y recibí sus caricias. Yo arqueo el lomo y él me separa las piernas…Grito como una loba cuando siento dentro de mí un dedo, dos dedos, tres…La mano deslizándose de atrás hacia delante.
Él no dejaba de llamarme “flaquita” y si bien siempre despotrico contra los diminutivos en la cama confieso que me subió la autoestima ya que más de una vez el ser flaquita me ha jugado en contra y muchos hombres me han rechazado por no tener un buen ojete carnoso o unas tetas gigantes despreciando mi cuerpo de lombriz a dieta y mi cara de calavera mascando pito.
Juan Manuel introduce su lengua en mis agujeros y luego los dedos y de nuevo la lengua y yo estoy toda líquida y ya no distingo qué entra y qué sale, estoy tan caliente que pido a gritos que me penetre mientras lame mis tatuajes y yo muerdo su oreja izquierda.
Bueno…me fui en detalles. La cuestión es que terminamos fritos, él se durmió, yo tomé una ducha para quitarme los olores sexuales y me fui mientras mi amigo roncaba, como hago siempre.
Todo hubiera sido perfecto si días después el muy estúpido no hubiera aparecido con un ramo de rosas rojas a mi casa…pero esa situación de papa frita romántico fue empeorando con el pasar de los días: ositos de peluche con tarjetas de amor y corazoncitos, poesías berretas, chocolates, cd con canciones de amor. El loco se comió la del novio y yo sé, vos me lo habías advertido. Pero eso no es nada…lo mas loco de todo es que yo le aclaré que estaba todo bien pero que no me haga regalos, que fue una noche y nada mas…y él se me largó a llorar a moco tendido intentando explicarme que no existe el sexo casual, que todo es por algo, que habíamos cogido siete veces, que algo mágico en eso había. Luego de eso desapareció unos días pero volvió con todo. Yo había llevado correcciones de mi tesis a la Facultad y mientras conversaba con el director de dicho trabajo el muy pelotudo de Juan Manuel irrumpió haciéndome una escena de celos; “hija de puta, estas con otro, me estás cagando con un universitario perra”…Y bueno escenas de ese tipo miles. Lo veía deambular por debajo de mi departamento en altas horas de la noche; me llamaba por teléfono una y otra vez y yo comencé a sospechar que el muy pijudo era un acosador y que en cualquier momento se iba a meter en mi cama a violarme. Si era así, la infinidad de novelas policiales que leí en la secundaria me ayudaban a entender con qué clase de psicópata me había revolcado.
Estuve muchos días en guardia sin poder dormir, sentada con un palo de amasar (que tengo de adorno) detrás de la puerta o debajo de la ventana esperando el momento del ataque. Me compré un gas pimienta para llevar en el bolso por si el muy enfermo decidía dar su golpe sexual en la calle. En los momentos de insomnio pensaba en cómo sería el acoso, tal vez me agarraría por atrás y taparía mi boca y luego me llevaría hasta la cama para atarme y masticarme los pezones, tal como le hizo Pat Bateman a la prostituta en el libro de Easton Ellis. Relegué mi tesis a un segundo plano, salía poco y nada a la calle.
Lo cierto es que dejé de verlo y él dejó de intentar comunicarse y de enviar sus regalos golosineros y patéticamente “pops” pero yo sabía que en cualquier momento podía resurgir y estaba armada hasta los dientes para esperarlo.
Sin embargo me cansé de sentir miedo y tomé la sabia decisión de convertirme en cazadora. Esta vez fui yo quien salió en su búsqueda. Decidí seguirlo a donde fuera para cerciorarme y controlar todos sus movimientos. Merodeé en su cuadra durante una semana y pregunté cosas sobre él a todos los vecinos. Quienes lo ubicaban decían que hace varios dias que no sabían de él. “Patrañas” pensé yo, lo están cubriendo, estoy segura, son todos unos apaña violines.
Pero se ve que mi actitud sospechosa y paranoica asustó a mas de uno y los vecinos llamaron a la policía y la policía me fue a buscar y me encerró en un calabozo con un travesti y dos borrachos que habían robado una joyería. Les ofrecí a los ratis chuparles la pija para que me suelten pero se ve que por acá son incorruptibles.
Gorra va gorra viene, abogado va abogado viene (nadie quiso que le tire la goma) me dejaron libre por falta de pruebas.
Bueno me apuro para contarte esto último porque la carta se está poniendo extensa. Apenas salí de la seccional fui hasta la casa de Juan Manuel para hablar con él y decirle que no me rompiera más las pelotas. Entré sin golpear y allí lo vi al hipotético acosador psicópata, durmiendo desnudo en su hermosa cama. Oh! No me pude resistir a ese cuerpo sensacional. Le até las manos al respaldo y me le trepé encima. Él abrió los ojos abruptamente y sonrió al ver mi cara…”Hola Flaquita, te estaba esperando…coños que has tardado”…No sé qué quiso decir con eso, pero lo besé con desesperación. Yo era todo cuerpo, todo líquido, un hueco húmedo. Empiezo a lamer su cuerpo, su pija imploradora, la recorro en círculos, en bocados de puro labio y con la boca le calzo un forro texturado y después me le subo encima como una loca y me muevo y él se mueve y se ríe y me grita “Flaquita” y yo entro uno y dos y tres y soy tan semental que acabó en unos pocos empujones. Él se ríe de mí y yo me pongo mi ropa y me voy y allí lo dejo, atado en la cama, con la verga parada hasta que alguien se apiade de él.
El que ríe último ríe mejor.

En fin estimado Martín, en esto anduve entretenida este último mes. Espero recibir tus noticias cuanto antes, abrazo fuerte, Carla.

viernes, 22 de julio de 2011


La molesta, ordinaria, guaranga y torpe pajera de Carla regresó de sus vacaciones psicodelicas.
A mi me sorprende este regreso, capaz por que pensé que me iba a comer el viaje Castaneda y que iba a escuchar a mi corazón y toda la poronga de los ácidos que metí en el cuerpo pero la verdad es que Juan Matus no apareció jamás a enseñarme una mierda. LO más similar a un viaje chamanico fue cuando un "hippie" de unos 56 años me vio tirada en la puerta del ñoba de un bar en Salta y quiso que le haga un pete a cambio de llevarme en su bicicleta hasta alguna plaza....Qué viejo de mierda...de última la goma se la tiraba pero esa invitación al espacio público no me pareció adecuada.
En fin...tengo muchas cosas para contarles sobre este encuentro que tuve con la Naturaleza. La verdad que algo de esto ya conocía y todo bien con los paisajes sublimes y la belleza de los cerros pero me he dado cuenta que no soy una mujer preparada para la vida de este tipo...lo de hacerme la mochilera me queda mal, mochila del orto y la puta que la parió para qué carajo me llevé el secador de pelo si en el medio del monte no tengo ni ducha y yo qué sabía...Obviamente organicé mal mis bártulos y muy al pedo resultaron los 13 pares de zapatos con taco que me lleve "por las dudas, por si pintaba salir en alguna ciudad" y además me creí que como era invierno iba a hacer un frio de la puta madre y por eso me llevé toda ropa abrigada pero justo los dias que yo viajé resulta que hicieron 32 grados de calor y alrededores de dicha temperatura y me re contra cagué de calor subiendo montañitas con la tremenda mochila al pedo y los ácidos surtiendo efecto...

En fin, esto es sólo el inicio,ya vendrá el reporte de mis vacaciones, ya les contaré los personajes con los cuales anduve y las macanas en las que me metí...
Hasta pronto y gracias a los que se comunicaron preocupados por mi paradero...pero verán que aquí estoy, el coma alcohólico aún no golpeó mi puerta.

jueves, 16 de junio de 2011

PoRnoStaR PartE III-Breve camino a la desidealización de un pito



.........PARA EfA, QUE LO ESTABA ESPERANDO................


Estaba en el resto-bar de mi amiga Lucrecia, sentada con ella detrás de la barra delirando una posible carta de platos con nombres artísticos tipo: “Arrocito Bizantino”, “Papas Fritas a la Andy Warhol”, “Ensalada Monocromática”, cuando hizo su aparición Macondo Tejada, se acercó a la barra, pidió un fernet cargadito y se sentó en una mesa frente al televisor.
Macondo era uno de los pocos tipos que producían en mi algo inexplicable, un terremoto se desataba bajo mis pies sólo con verlo pasar por la esquina. Eso que yo ya aprendí que el aspecto físico de un hombre no es garantía de nada pues mas de un chasco me he llevado por irme con algún bombonazo de calentona y en la cama ni fu ni fa. Pero no, Macondo Tejada me desorbitaba, no sólo estaba más bueno que tomar gin tonic a las tres de la tarde…algo en su semblante, en su andar, en su cara seria pero seductora, algo había en él que me hacía mojar la bombacha y más de una vez me he sorprendido dedicándole alguna a él, pensando en todo lo que deseaba hacerle: “Macondo Tejada…ésta va en tu honor”.
Yo sabía que él no era de esos que regalan flores, que él nunca iba a ser un insoportable de los mensajes de texto, que no usaría la ropa interior inadecuada, que él no pondría lentos de David Bisbal de fondo, que jamás me invitaría a una ravioleada familiar, que nunca diría cosas como: “¿adónde te dejo el queso?” “¿no te querés subir arribita?”. Él era perfecto y yo quería como pocas cosas en este mundo irme con él…aunque lejos estaba de eso porque jamás me había dirigido la palabra ni regalado una mirada de pito parado.
Fue esa noche, no sé si se debió a su olfato animal para detectar perras en celo o al enorme cartel que llevo en la frente de “ligerita pa los trámites” o si era demasiado obvio que no podía quitarle los ojos de encima…pero se acercó a la barra, plantó el vaso con actitud y dijo mirándome a los ojos: “Yo me voy… ¿venís conmigo?”. Como gran pajera ni lo dudé. Me humillé bien bajo por la pura ebullición con que hervía mi sangre ante su presencia y corrí tras él sin agarrar siquiera mi bolso donde tenía la marihuana y la petaca que necesito siempre para garchar.
Me gustó que no me hablara demasiado y esta vez no sentí miedo de morir descuartizada en los brazos de un desconocido con pinta de malévolo…todo por un polvo con él.
Tocó mis piernas mientras manejaba y mierda que me gustó. En los semáforos me besaba con calentura y eso me gustó más y la cosa fue mejorando y los grados de temperatura de los cuerpos subieron demasiado al punto de que cuando entramos a su morada ya casi estábamos consumando el acto. Como si me hubiera estudiado, como si pudiera leer mi mente Macondo hizo todo lo que yo quería que haga y pareció estar de acuerdo con las perversiones que me gustan hacer…no sé si fingía…pero mentime Macondo Tejada , mentime que me gusta.
Nada quedó sin hacer, del 69 a la vueltita verde, al cangrejo psicodélico, a la araña desvertebrada. Yo, que no soy de las gritoncitas, no pude evitar algunos gemidos por el placer que me causaba tener su trozo adentro. Fueron unos cuantos polvos, uno mejor que el otro. Para rematar una noche genial comimos algunas boludeces y jugamos a la Play Station 3 (gané). Macondo Tejada me llevó hasta mi domicilio y al día siguiente cuando desperté me puse a repasar algunos detalles del encuentro, a buscar todo lo que pueda haber sido negativo porque soy una bardera criticona. Sin embargo no encontré nada, no había objeciones contra Macondo…No habían pendejos (vello pubico) pegados en su jabón de tocador ni en el bidet. No me propuso comer una milanga de pollo frita a las 5 de la mañana. No tenía pósters de jugadores de fútbol ni de minas en pelotas en su habitación como tampoco pude ver entradas a conciertos y a boliches pegadas en la puerta de su ropero. ¡La puta madre que lo re mil parió! ¡Dios existía y se llamaba Macondo Tejada!
Sentí miedo, sentí estremecerme en las urdimbres de la locura, sentí el flechazo de Eros entrando por mi culo y atravesando mi garganta…estaba jodida y locamente enamorada de Tejada…Yo, la hombreriega empedernida…enamorada, enamorada de un mujeriego también empedernido, enamorada de él por perfecto en todo, porque de la enorme lista de cosas que me molestan de lo hombres él no adhirió a ninguna. La que odia a quienes se enamoran en una noche estaba enamorada en una noche, ¡El hombre perfecto existía, existía y se llamaba Macondo Tejada!
Decidí no volver al bar de Lucrecia para no dar más con el hijo de re mil puta que desvirgó mi alma virgen de sentimientos. No había forma en que diera la cara, tenía que alejarme del amante casual para siempre.
A la semana apareció Lucre por casa, tan poco fina como de costumbre irrumpió gritando: ¡Hija de putaaaaaa! Aaaaaaah contameeee todo!!! Le conté a mi amiga casi todo lo sucedido, y digo casi porque no quiero que ninguna mujer ande después copiando por ahí mis tácticas y estrategias de ataque bajo las sabanas o sobre la mesa o el sillón.
-Boluda- dijo Lucre- Macondo no deja de ir al bar, te está buscando, me doy cuenta, pregunta por vos…ayer me pidió tu celular, le dije que mejor me anotara él el suyo, conociéndote a vos…Acá lo tenés…escribile.
Whats??? No lo podía creer…quería volver a verme. Sería por la calidad de mis petes o por que lo dejé ser moderadamente sádico y cachetearme el orto, o bien querría una revancha con la Play. Lo pensé mucho…como una hora lo pensé…y escribí.
Al rato el celular sonó. Dudé en leer el mensaje…temía lo peor….temía un “¿disculpá, quién sos?”, o un “mmmh refrescame la memoria negrita”. Pero no, al leer el mensaje pude notar que Macondo Tejada se acordaba de mí…y se acordaba muy bien de mí…porque expresaba sus deseos de volver a verme para un asuntito que tengo que yo con esta lengua.
La paz me volvió al cuerpo al leer ese mensaje, pero no porque él quisiera cogerme sino porque el flechazo de Eros se me salió del cuerpo casi tan rápido como había entrado. Me sentí bien, volví a ser yo, a ser la puta gratarola que se ríe de los tipos patéticos que se curte aunque en realidad la patética sea ella. La cosa es que el mensaje rezaba:
“Ola presioza…cuando boy a tener el gusto de rencontrarme con esa voca”.
Error.
Error Macondo Tejada.
Grave error.
Debería parafrasear aquí a mi amiga La Turfi:
“Las faltas de ortografía me deserotizan”.
El amor se me fue del cuerpo, todo ese estado de enfermedad latin lover que había sentido ya no estaba. Gracias a dios que Macondo escribía peor que tigre analfabeto.
El problema era que Don Tejada ya tenía mi número y que tuve que soportar unos cuantos textos tipo “negra ermosa, que ganas de romperte hece horto”…”Ei perra a ber cuando me ases de nuebo la bueltita” “Morocha no me olbido mas de la tanga perdida en tu culo”…
Tanto me jodió que decidí darle una noche de despedida al muy hijo de puta aunque en realidad lo que debería haberle dado eran unas clases de lengua (bueno, esas también se las di). La garchada, claro está, estuvo fenomenal, aunque algo de mí hacia él ya se había perdido, podría haber estado más puta o haber accedido a usar ese traje de enfermerita que por lo visto le hacía erectar mucho la pija. Pero no me dieron ganas de hacer tanto por este hombre así que una vez que logré terminar lo dejé esposado a la cama, con la boca encintada y me puse a jugar con su Play Satation 3 porque de esa sí que me había realmente enamorado.

jueves, 26 de mayo de 2011

Una bizarrita de acción


Estar hormonalmente desequilibrada significa para mí llegar a una relación muy estrecha con la tijera de la cual resulta siempre un desastre sobre mi flequillo, victima principal de los ataques tijero-hormonales. Con mi flequillo irregular y escalonado, tanto que se necesitarían las “Instrucciones para subir una escalera” de Julio Cortázar para transitarlo, me siento en la computadora para ver qué carajo puedo escribir en este blog. Es difícil redactar algo luego de la anterior publicación, entonces me decido a imaginarme como una justiciera por mano propia que se dirige hacia algún rescate…Tarantino hace cosas inexplicables con mi imaginación, y estos son los resultados (pedorros).

LA MISIÓN: Desbaratar la banda del “Papi Ojeda” y sus secuaces y rescatar a las mujeres secuestradas para trata de blanca.
Como no podía concretar sola esta misión decidí convocar a los vagos de “La Parecita” quienes son, en realidad, mujeres, mis amigas que después de las 24 hs. mutan en un grupo de vagos de la villa cuyas personalidades han sido ingeniosamente delineadas por la cabeza del grupo, mi amiga Flor, y yo los tomo aquí. Los presento:
El Líder (Florencia), El Polaco (Marianita), El Puto (Jess), El Mudo (Juli), El Fiambre (Ivana), El Gordo(Anita), El hijo de la Moni (Eva). Mi nombre de pibe de barrio es “El Negro”. Quedarán ausentes de esta historia “El Eli” y “Petaca”. Introduciré a “La Moni” a cuyo hijo ya he nombrado. La Moni es la puta del barrio y será una informante principal en esta misión.
Para dar con este grupete me dirigí hacia La Parecita de Paraíso Berazategui, allí los encontré bebiendo vino y gancia baratos mezclados con gaseosas pedorras, entonando la garganta para ir luego a bailar al bar de siempre y tocarle el culo al patova para que no las raje a las 7 am. (va a ser frecuente en esta historia la mezcolanza de los artículos acordes con el sexo, dadas las circunstancias). Le propuse al Líder mi misión de rescate por unos porros y unos paquetes de fideos a cambio y aceptó gustoso. Preparó a sus compinches para el ataque y repasamos los pasos a seguir.

EL PLAN

La Moni nos esperaría en la puerta del cabarulo donde se oculta el Papi Ojeda, base de sus operaciones de transacción de mujeres. La Moni se había cansado de las promesas del Papi de que iba a regalarle una camioneta hippie para recorrer América Latina. Harta de prestarle favores a este maleante a cambio de nada tomó la decisión de botonearlo. Este era el plan: enviaríamos al Mudo (porque no habla) y al Hijo de La Moni (porque tiene un leve retraso mental todos lo saben) a entregar al Puto para su venta. Ningún rufián sospecharía jamás del Mudo y del Hijo de La Moni de andar en algo raro mientras que el Puto sería un buen negocio para el Papi Ojeda.
El Fiambre y El Gordo serían los supuestos compradores. Si bien ninguno se caracteriza por su viveza y espontaneidad eran los indicados para estirar el chamuyo hablando de un supuesto negocio futuro de robo de obras de arte en el cual querían integrar al Papi. El Líder y El Polaco esperarían escondidos en un lugar señalado previamente por La Moni desde el cual podrían presenciar la transacción e interferir con sus armas superpoderosas, que son activadas por el copete.
Yo sería la encargada de registrar todos los hechos con mi cámara y una vez derribados los malos buscar a las secuestradas para liberarlas. Claro que todos iríamos disfrazados para que nadie pudiera reconocernos nunca jamás, porque somos justicieros y si bien no usaríamos las calcitas homosexuales de Superman nos vestiríamos diferente. Punto.

ULTIMOS REPASOS

Cuando ya estaba todo preparado nos juntamos a repasar los pasos del ataque. Claro que queríamos que todo saliera bien y que nada hiciera sospechar al Papi y sus papitos. El Puto dijo que daba todo por esta causa y que si era necesario que le rompan el ojete para probar la veracidad de la operación, lo haría con gusto. El Hijo de La Moni sintió miedo y para canalizar su temor empezó a gritar todas las vocales en su respectivo orden estirándolas infinitamente. El Gordo estaba más disléxico que nunca. El Polaco no soltaba la caja de vino y nos obligaba a beber bajo presión. El Líder abofeteó al Mudo para que hable pero no hubo caso, no quiso pronunciar palabra, tal vez no tenía ni nunca tuvo nada para decir. Yo aspiraba coca como nunca y me acomodaba la bombacha por debajo del ridículo pantalón que me había tocado usar (ideas del Gordo).

EL OPERATIVO

Con unos días de anticipación La Moni acompañó al Mudo y a su Hijo a entregar al Puto. El Papi quedó enamorado viendo los dólares que podría cobrar por ese ojete. Los entregadores debían permanecer encerrados hasta que se concrete la venta ya que de soltarlos podrían arrepentirse y botonear. A los dos días La Moni informó que tenía dos compradores que andaban buscando precisamente un puto. El Papi desconfió en un principio pero La Moni usó sus encantos orales para convencerlo de que todo estaba bien. Acordaron concretar la venta a la noche siguiente y hacia allí partimos todos.
El Papi estaba detrás de su escritorio custodiado por Bigote Uno y Bigote Dos, quienes tenían sus armas en mano. El Fiambre y el Gordo entraron acompañados por La Moni, disfrazados como un matrimonio felíz y macabro (pero como los dos son estúpidamente artistas mucha risa me dio la ridiculez que cometieron al vestirse como el matrimonio “Los Arnolfini”, inmortalizados al óleo en el siglo XV por Jan van Eyck) quien una vez que los dejó allí partió para continuar ayudándonos a nosotras.
-¿Cuánto por el Puto?
-Y…está bonito…que te parece “….”.
-Me parece bien… ¿Por qué se visten así?-Preguntó el Papi…
Nerviosos, el Gordo y el Fiambre no sabían qué responder pero Ojeda soltó una carcajada y se olvidó del asunto proponiendo cerrar el trato.
Sorprendió la rapidez con que Papi aceptó el negocio. Era cierto que la rata inmunda ya estaba vieja y perseguida así que mientras más fácil sucediera todo mejor era para él. Fiambre y Gordo le dieron las maletitas con efectivo a Bigote Uno y Dos para que la lleven al cuartito aledaño y cuenten el dinero, que en realidad dinero no había porque entre todos nosotros no hacemos ni un 50. Ocultos en ese cuartito en un “espacio de ventilación” estaban el Líder y el Pola, mas en pedo que nunca, listos para atacar.
Pola entró en acción, tenía la tarea de adormecer a los bigotes. Para ello empleó su mejor arma: la filosofía barata. Con su voz suave empezó a hablar sobre el hombre, la vida, la muerte, el espíritu de la uva, la melancolía de los sauces y mientras tanto cantaba canciones de Tanguito y los bigotes que no comprendían de dónde venía ese aburrido discurso comenzaron a dormirse. Allí saltó el Líder para dar el remate final y con su enorme boca les dio el golpe mortal. Por suerte todo se dio en el tiempo justo, si los bigotitos abrían los maletines y descubrían que en lugar de dinero había toallitas femeninas se armaba la hecatombe.
Líder y Pola irrumpieron a los tumbos en el cuarto donde esperaban Fiambre, Gordo, Puto, Hijo de la Moni y Mudito. El Papi abrió los ojos como compota y entre todos se le abalanzaron y lo ataron de pies y manos.
Allí procedimos a buscar la celda de las mujeres esclavas. Mientras el Fiambre llamaba a la policía que no es corrupta (¿existe? En esta historia de final feliz sí) y el Líder y Pola sostenían fuertemente al Papi, con el resto buscamos el escondite. Era una habitación espantosa donde muchas mujeres amontonadas se asustaron al vernos pensando que íbamos a darles una paliza. Pero las liberamos y una vez que llegó la yuta al lugar junto con los medios de comunicación que estaban avisados, nos dimos a la fuga, porque somos justicieros anónimos claro está. Hubieron aún así disparos y forcejeos con algunos otros miembros de la barra del Papi Ojeda que quedaban por ahí, pero esos eran blancos fáciles. Todo estaba hecho.

DESPUÉS DE TODO

Antes de rajar del cabarulo el Pola y el Mudo lograron afanarse unas cuantas botellas de etílicos varios de la barra del lugar, por ende nos fuimos a La Parecita para brindar como de costumbre, metiendo alegría en forma de pastillas a las botellas para caer re locas al bar de siempre, para bailar como putitas las canciones de siempre, para sacarle la mierda a las caretas de siempre, para tocarle el culo al patova de siempre.

FIN

jueves, 5 de mayo de 2011

Introduccion a la violencia de género


Advierto a quienes hayan pasado por aquí para reírse que hoy no voy a cumplir con esa expectativa. Este post va a ser una excepción en varios aspectos. Es que me urge contar algo que a veces me carcome el hígado (a parte del alcohol) y si bien suelo rehusarme a contar penas para las cuales no existe una vuelta humorística creo que este es un tema que debe divulgarse y por eso lo cuento.
Otra de las excepciones de esta publicación es que no seré yo la protagonista directa de esta historia sino otra persona, Marita.
La última excepción es que esta historia es totalmente verdadera.
Empiezo por acá: por la tortura y por la frase que muchas veces escuché: “la tortura es inhumana”. Yo, por el contrario, pienso que no es así, que la tortura es humana muy humana porque sólo los hombres torturan, no todos ya lo sé, pero es un invento pura y exclusivamente humano…ningún animal somete a otro a la tortura con la sola finalidad de hacerlo decir, o de mancillar su libertad, sus derechos, su dignidad…de robar su identidad, de tirar a las patadas toda una vida de afectos…Humanos que encima de todo se sienten orgullosos de su tarea y de diferenciarse de los animales por la capacidad para pensar y razonar…así que no, los torturadores no son animales, lamentablemente son humanos. Lo que no sé es qué clase de ser humano puede estar haciendo eso ahora, en este momento y desde hace nueve años con Marita, pero a ella le está pasando y me siento una hipócrita si no digo nada al respecto.
La verdad que no me acuerdo desde hace cuánto la conozco, podría decir que desde que nací. No la veía todos los días porque yo soy sureña y ella no, pero como verano tras verano mis vacaciones transcurrían en el jardín de la republica, su lugar, la veía, nos veíamos. Marita vivía al frente de la casa de mis abuelos maternos, una casa donde se crió todo mi batallón de primos. Marita tiene la edad de la mayoría de ellos, y se la pasaba en casa de mis abuelos junto con su hermano, Horacio. Yo era la gordita de ojos grandes tímida y pelotuda que corría por atrás de los primos mas grandes para que me dieran pelota y meterme en aventuras que en realidad me estaban prohibidas. Y si siempre Marita llamó mi atención fue por lo muy boca sucia que era…me encantaba. Año tras año, verano tras verano viajando a la tierra tucumana, a morir de calor y buscar estrategias para soportarlo. A veces Marita nos invitaba a mí y a mi prima Julieta (eran intimas amigas) a tomar algo fresco en el zaguán de su casa. La mamá, Susana, nos traía frutas y revistas. Yo era muchísimo mas pequeña que ellas pero me encantaba acompañarlas y que me inviten a escuchar sus charlas. A veces nos encerrábamos con cinco ventiladores en la pieza de Marita y escuchábamos Silvio Rodríguez o Pablo Milanes y ellas me leían cuentos de Galeano o poemas de Benedetti y yo me ponía contenta. Otras veces hablaban cosas de grandes, entonces yo aprovechaba para mirar y admirar esa habitación gigante, llena de esculturas y dibujos y pinturas que nacían y vivían gracias a las manos de Marita, artista de alma…debo decir que fue por ella que nació en mí el amor por el arte aunque ella no lo sepa, una pequeña curiosidad que con los años fue creciendo y que se convirtió en mi profesión (no sé si alguna vez les conté pero soy historiadora de arte, re divertido).
Pasaron los años y quedó embarazada. Cuando la volví a ver su hija Micaela ya había nacido y tras ese nacimiento Marita había perdido unos muchísimos kilos, demasiados. Ya no era la gordita exuberante que andaba en camisón por la siesta tucumana, estaba preciosa, y no digo que estaba linda porque se había puesto flaca sino porque la veía feliz, mujer, realizada. Marita no bajó nunca los brazos. La ultima vez que la vi fue un año nuevo. Estaba adentro de un vestidito muy pequeño de seda, negro, le quedaba fantástico. Se cruzó a lo de mis abuelos a brindar por la llegada del 2002. Estaba emocionada ¡nuevo siglo! ¡no lo puedo creer! ¡que lo “ye” mil parió podé creer otro siglo!, ¡felicidades! Y siempre derrochando esas palabrotas con tonada tucumana que quedaban tan bien en su boca.
En el fondo del alma siento no haber podido despedirla ese verano (si, algunos sentimientos me quedan).No recuerdo qué pasó… pero no nos despedimos.
En mayo llegó la noticia. Todos estaban desconcertados, aterrados. Marita había ido a inscribir a una práctica ginecológica y en ese trayecto unos tipos la metieron a la fuerza en un auto y se la llevaron para siempre. Trata de blanca. Ese fue el motivo. Llevarla para trata de blanca.
Se está cumpliendo un año mas (3 abril) desde que eso pasó…el año nueve y Marita no vuelve. Micaela ya no se cree el cuento de que su mama está en el médico, Micaela hace preguntas, quiere saber. La mamá de Marita quiere saber. Su hermano, su papa quieren saber. Todos los amigos, todos quienes la conocimos y la quisimos queremos saber, Marita adonde carajo la llevaron, con qué derecho, ¿qué humanos tan humanos te secuestraron?
Cada vez que alguna prostituta quebraba y confesaba hacia allá salían helicópteros y autos a buscar a Marita en algún cabaret riojano, sanjuanino…pero como la basura llamada policía esta metida hasta la coronilla en el tema todos los operativos resultaron en vano, una vez que llegaban al lugar indicado Marita ya no estaba.
Ojala la vida fuera una telenovela. Ojala la dejaran libre. Ojala Marita volviera. Muchas mujeres que trabajan en el tema dijeron verla, que hablaron con ella, que les contó que era tucumana, que tenía una hijita. Pero no se qué tipo de violencia deben haber ejercido con su persona como para que alguien tan inteligente, leona, luchadora, despierta no haya podido ni pueda escapar.
En ese negocio drogan a las mujeres contra su voluntad para que no molesten, las obligan a someterse a hombres que pagan por ellas, brutos, sádicos, espantosos. Las obligan a atenderlos, las golpean, no las alimentan, las tienen hacinadas en cuartitos húmedos y sucios y cuando no sirven mas las matan o las venden por trafico de órganos. ¿Suena crudo, exagerado? No,…es la realidad.
No se si éramos amigas de verdad, pero yo la extraño. Sólo me llena de algo positivo ver la lucha incansable de su mamá, quien jamás bajó ni bajará los brazos, quien la va a seguir buscando hasta el último de sus suspiros.
Y quise escribir por Marita para que se sepa más de ella, de ella como persona, como artista, como mamá…Marita desde mi punto de vista, desde mis recuerdos.
Marita Verón porque sos mi amiga decidí escribir estas líneas para vos, con la esperanza de volver a verte mas allá del infierno al que te hayan sometido.
Porque HisterieT@, como Mafalda, también dice:
¡Si a la verdad! ¡Si a la libertad! ¡Si a la vida!

martes, 26 de abril de 2011

Documento sin titulo


Durante muchos años me creí que el dicho “Mejor sola que mal acompañada” me iba a dejar solterona para toda la vida por lo cual lo reformulé según mis propósitos: “Mejor mal acompañada que sola”. Pero ya comprendí a esta altura de la vida que los dichos están hechos así por algo y que por eso se mantienen vivos de esa manera a través del tiempo. Es que el problema, al menos en mi caso, no son los hombres lo malo sino el valor agregado con el que llegan a mi vida. Todos vienen con una carga extra, un pasado-presente que puede resultar muy verga.
Todos tienen, por ejemplo, una EX NOVIA psicópata . Estas especimenes suelen merodear por la casa de una, hackear mails, hacer llamadas telefónicas a su ex novio mintiendo que están embarazadas, que se les murió la tía, que tienen cáncer terminal, que se van a coser la concha porque no hay ni nunca habrá en el mundo otro como él, que se están apuntando con un calibre 38 en la cabeza, etc. Lo peor de todo es que a parte de estar enfermas de amor suelen estar que se parten en 20 millones de pedazos, entonces nos hacen sentir como la mismísima mierda porque no se ven fuleras ni cuando aparecen atrás tuyo corriendo por la calle, con la pintura corrida por las lagrimas y el pelo grasiento tras días de dejadez. Forras. Y como “él” es un alma sensible tiene que salir a socorrer a la suicida hipocondríaca porque si de verdad llegara a jalar el gatillo se quedaría con cargo de conciencia for ever.
Todo hombre aparece en la vida de una con algún familiar insoportable. Quién no tuvo una cuñada rompe pelotas, “hermanito me pasas a buscar”, “hermanito te llamo para ver como estás como no viniste a dormir” “brother ai lav iu” “brother me llevás hasta la casa de Cecilia” “Hermanito me llevas a la pelu” …Aprendan a manejar pelotudas.
O bien, un hermanito chiquito pero con la edad suficiente para entender que si su hermano mayor está encerrado con su novia en la pieza es POR ALGO, y que no debería abrir la puerta a cada rato mientras alborota el hogar jugando a los x-men y me chupa un huevo los traumas mentales que ese pendejito del orto pueda tener tras haberme sorprendido mas de una vez con la manguera en la boca, esposada a la cama o sin corpiño. Muerte a los guachitos que incordian.
Ni hablar si los nenitos son hijos en vez de hermanitos, cuán odioso es que los traigan de visita a la casa de una, te rompen todo, tiran la comida y saltan por encima haciendo empaste, gritan, desordenan, quieren ver los dibujitos cuando una está muy atenta con el partido de fútbol, rompen las bolas por todo y se enojan si no tenés leche chocolatada o galletitas dulces. Qué horror.
Sin embargo el primer puesto lo tienen las suegras. No hay con qué darle.
Días atrás me junté con mi amigo Matías a charlar de la vida y vuelta que vuelta dimos con el tema. Parece que las mujeres también venimos con un valor agregado llamado “suegra” que molesta. Yo no le deseo a ningún hombre tener a mi mamá de suegra pero ella no es la única conchuda. Y hablando y hablando con mi amigo llegué a una conclusión trascendental…tiembla Kant en su tumba. Hago un paréntesis y explico brevemente. Yo tuve siempre una duda que varias veces me ha quitado el sueño. No. No es la duda da podonga podque podonga no tengo. Se trata de un tema que durante mucho tiempo se erigió cual incógnita ante mí poniéndome pelotuda porque no me gustan los misterios. Mi pregunta era: ¿Qué carajo duele más: una patada en los huevos o el dolor de ovarios?
Como mujer sé hasta qué punto martirizan a una las torturas menstruales pero también he visto a muchos hombres retorciéndose del dolor de pija tras una patada en esa zona que fue creada para ser tratada con cariño. Entonces estaba en una encrucijada y me era imposible deducir el problema. Muchas veces las personas usamos metafóricamente estos dolores para referirnos a situaciones, cosas o personas tan estrafalarias como el mismo padecimiento, tipo: “Esta materia es un dolor de ovarios”, “La milanga con fritas me cayó como patada a las pelotas” …
Hasta que parlando con este amigo pronunció él las palabras mágicas y pude entenderlo todo: “y si amiga…mi suegra es una patada a los huevos”. Oh! Y cuantas veces he dicho y he oído decir “Mi suegra es un dolor menstrual”. Pude encontrar entonces la analogía entre ambos dolores y poder comprender así cuánto duele el golpe a las pelotas si es que puede compararse con esas grasnuzas detestables.
Nunca quise a ninguna suegra de la misma forma que ellas no me quisieron a mí. Yo sé que no soy un buen partido para ningún hombre, pero por qué esa necesidad de ser tan hincha pelotas con una. Viejas de mierda evolucionan a una velocidad inexplicable, saben usar el celular mejor que cualquier adolescente y se encargan de fotografiar las petacas de etílico que encuentran en nuestra cartera; de llamar al hijo a cada hora, de aconsejarle que vuelva con su ex, que era adorable. Estas tipas son hipocondríacas también y les encanta llamar al hijito para que las lleven al médico a cada rato y como los hombres nacen mameros y mueren mas mameros todavía hacen caso a todos los berrinches de la madre. Ellas quieren ser la copiloto de nuestro macho, no nos dejan subirnos adelante en el auto; nos buchonean si nos ven cara de droga, nos persiguen con preguntas y mas preguntas sobre nuestro pasado, nuestro presente y nuestros proyectos a futuro. Las detesto. Chau suegras, no las quiero suegras. Fuera de mi vida suegras. Valor agregado que duele al bolsillo…maniaticas insoportables que duelen a los ovarios,a las pelotas y a todo tipo de huevos, testiculos y formas ovaladas y redondas.

lunes, 4 de abril de 2011

De La Norma a las normas: Genealogia de mi moral


Y como Constantina y el padre que al final resultó no ser mi padre estaban muy ocupados laburando para que no le falte a ella el whisky escocés y el jamón crudo crudo de chancho alimentado a bellotas a él, encomendaron mi educación moral a Dionisia, una dinosaurio que me enseñaba a usar los cubiertos, a tocar el piano y a tomar el té. Pero a mis padres no les satisfizo esa educación, motivo por el cual recurrieron a La Norma, una tipa que vivía cerca de casa, joven pero vieja en sus costumbres, criada a las palizas, desbaratadora de juegos infantiles, chusma como pocas. Yo hubiera preferido seguir con Dionisia, no sólo porque me copaba su báquico nombre sino también porque hubiera aprendido a tocar el piano de puta madre y porque comíamos unos strudel de manzana tremendos…aun mi paladar sueña con ellos…
Yo le tenía miedo a La Norma. Ella odiaba a los niños, ella sabía cómo lograr que nuestros padres nos reten y ajusticien nuestras macanas prohibiéndonos los dibujitos y la coca cola. Ella hacía guardia atrás de la cortina mientras nosotros desordenábamos la vereda con barcos piratas y otras fantasías y buscaba la mejor excusa para delatarnos de lo que no habíamos hecho. Cuando mis amiguitos se enteraron que de allí en más pasaría mis tardes dentro de la casa de La Norma, me dieron su pésame y dijeron que lo sentían mucho. Cagada hasta las patas pero con la frente alta marché hacia mi martirio.
La cosa era así: yo volvía de la escuela y entraba en su hogar, ella me daba la comida, que, por lo general, era la polenta que preparaba para sus perros, si sobraba yo comía. Después de la comida ella se sentaba a mirar la novela chicana y yo hacía mis deberes. Después hacía un té con el mismo saquito para las dos y mientras eso sucedía me daba lecciones importantes para la vida. No sólo aprendí a lavarme religiosamente las manos antes de comer sino que también aprendí que estaba mal “encamarse” (que palabra horrible) con el esposo de otra porque me podría pasar lo que le paso a La Susi que la molieron a palos entre cinco; aprendí las artes de mantener una conversación con una o mas personas y escuchar simultáneamente dos o tres conversaciones ajenas; me hice magíster en las tareas del hogar, tuve arduas lecciones sobre cómo barrer y cómo encerar y sacar brillo después. La Norma, fanática de la limpieza, me tenía toda la tarde con el lampazo en la mano mientras ella pispeaba todo lo que sucedía en la calle detrás de la cortina.
Pero era mala también. Cuando yo hacia la tarea ella ponía la tele al palo y yo no podía evitar distraerme y preguntarle por qué la pobre Maria Mar no podía estar con Fernandino del Corazón de Jesús y Visitación Rodríguez si realmente se amaban. En ese momento ella agarraba la regla y la partía contra mi mano gritando: ¡¡¡HACÉ LA TAREA MIERDA!!!!
Pero no tardé mucho en sacarle la ficha: La Norma era analfabeta. Si mis padres se enteraban la iban a rajar a patadas. Logré lo que quería: ella suplicó y suplicó que no, que me calle la boca, que no les diga nada. Entonces, creyéndome la mejor negociadora del mundo, inteligente y piya, le propuse: yo te enseño a leer y a escribir si vos me dejas mirar la telenovela.
Ella, más viva que yo, aceptó.
Ni lerda ni perezoza La Norma aprendió volando, al poco tiempo ya era una capa en las artes de la lectura y la escritura, investigaba, iba a la biblioteca, leía best sellers.
Y pasó el tiempo…y yo ya era una adolescente pava y pelotuda que tenía que seguir yendo a su casa a pasar el tiempo y a comer horrible, a seguir lavando pisos y a someter mi nariz para que ella aplaste los barritos con sus enormes uñas esculpidas.
Yo sentía que al haberle enseñando a leer y escribir me había ganado el cielo, pero los años me enseñaron que de buena negociadora nada tengo y que todo se volvería en mi contra porque es cierto el dicho de que el discípulo supera al maestro. Una tarde me mandó a hacer los mandados con la promesa de cocinarme unos alfajorcitos de maicena y mientras yo recorría las góndolas ella metió sus manos en mi mochila y robó mi cuadernito personal (me rehúso a llamarlo diario intimo).
ESCÁNDALO.
En realidad me chupaba un huevo que La Norma se entere de mis cositas y andanzas, el problema es que una chusma como ella tenga entre sus manos y escrito por mi puño y letra las confesiones de una putita que venia dando unos pasos agigantados.
La Norma recorrió todo el barrio con mi cuadernito. La dueña del almacén se enteró que el primer beso de hija no fue con su noviecito sino conmigo; mis padres supieron que debuté sexualmente con un primo lejano en unas vacaciones; el dueño del video club supo que mucho me gustaría subirme arriba suyo a cabalgar; las madres de todos los pibes del barrio supieron que era yo la encargada de enseñarles a besar; todos y cada uno de los vecinos supieron de mi gusto por garchar en cualquier lugar, contra cualquier pared; La Norma supo que mucho me encantaba chupar pijas con la misma boca con la que le decía “Normita…¿no te hacés unos matecitos?; la mamá del Eti supo que su hijo debutó conmigo y no con una prostituta, lo cual era casi lo mismo, porque garchaba conmigo a cambio de hacerme los ejercicios de matemática. Todos se enteraron que por las noches me embriagaba con el whisky de mama y que uno de los pibes de la cuadra me daba porro por besitos.
El barrio estaba perplejo. Constantina y mi papa que no era mi papá no sabían a quien culpar. Estaba por terminar la secundaria y La Norma aconsejo que me metan en una pensión de monjas para corregirme y así fue, me internaron de pupila pero no duré mucho porque bien me las ingeniaba para escaparme y una vez lleve un muchacho de contrabando y garche con el en el santo lugar. Me echaron, claro está.
En fin…cuando volví hace poco a este barrio la vi a La Norma, por atrás de la cortina. No salió a saludarme jamás. Mucho me hubiera gustado bajarle a piperazos la ventana, todas las ventanas. Soy la vergüenza del barrio pero el orgullo del bar. Lo único que aprendí de ella fue a no meterme con el marido o novio de otra, menos si es mi amiga, pero mucho me encantaría regresar a nuestras viejas charlas y agarrarla distraída mientras se agachaba a juntar la basura y meterle el palo de escoba por el orto, por vieja de mierda, por muy vieja de mierda.

martes, 15 de marzo de 2011

De cómo informé a mi madre mi embarazo y otras noticias


Cuando el test de embarazo me dio positivo…cuando ya era mas que obvio que los vómitos no eran un problemita del hígado, cuando el dolor de tetas no estaba indicando que me iba a venir, cuando fue mas que claro que Andrés no venia y no venia y que por mas que lo espere nunca iba a venir…tuve que informar a mi familia para dar la buena nueva. El mitad responsable del delito me pedía arrodillado que espere, que aún no era tiempo de avisar, que hagamos otro test, que capaz había algo mal. Pero lo cierto era que ya estaba hasta la pija.
Yo tengo un problema. Si, otro más. Cuando tengo que decir algo que no quiero decir elijo entre dos caminos antagónicos: o invento una mentira que nadie se la cree, introduciendo a ovnis, perros que leen, fantasmas del caribe y otros seres atípicos en el relato o bien soy brutalmente sincera y la mando sin vaselina. A mis amigas les mande mensajes de texto diciendo: “Estoy embarazada…chan!”…pero con mi mama la cosita fue un poquito mas extensa. En realidad la que la extendió fue ella. Como estaba a miles de kilómetros de su geta de orto y de su puño golpeador, fue fácil en un principio abrir mi correo y completar:
ASUNTO: Notición!
CUERPO DEL TEXTO: Vas a ser abuelaaaaaa

La respuesta que recibí no tenía ni la misma brevedad ni la misma emoción. Me llovieron preguntas tipo: ¿Quién? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? Y todo eso de las cinco W y otras más.
El problema era que mi madre había conocido al mitad culpable del asunto sólo un mes antes de que su espermatozoide se encontrara con mi ovulo fértil, en unas vacaciones en las que lo invité a mi casa para presentarlo como “pseudocandidato” porque me daba vergüenza hacerme cargo de la relación.
Y eso era pecado.
Mi mamá no sólo se enteró de que estaba con el bombo lleno sino, peor, de que me habían desvirgado a años luz de una noche de bodas (si ella supiera, si ella supiera…)
Al día siguiente recibí los pasajes para presentarme en su casa lo antes posible para darle las explicaciones correspondientes. Y ahí si que no fui tan guapita y que lo de brutalmente sincera me empezó a hinchar un poco las pelotas. Lo que no comprendía era qué explicaciones quería Constantina, si todos sabemos el CÓMO…Lo demás ya estaba hecho.
En el avión me lancé todo y cuando llegué a destino me quise matar porque obvio que esta puta que me parió no había ido a esperarme y el aeropuerto queda a 40 km de la casa de ella…No importa cómo pero llegué hasta su hogar, cadavérica y sedienta.
Susi me abrió la puerta…la señora que hace en casa todo lo que a la puta que me parió no le gusta hacer. Susi me miró con cara de pocos amigos, otra vieja chota ultra católica, apenas si me saludó…”Ma si, que se la culee un perro”, pensé mientras entraba y tomaba asiento adonde Susi me indicaba, como haciéndome notar que yo ya no era de la casa sino una visitante más.
El lugar estaba igual que hacía quichiticientos años, con mas olor a museo que nunca. En eso escuché los tacos de mamá retumbando con actitud contra el piso, a destiempo…Me di cuenta enseguida…estaba borracha (sí, hijo de tigre no nace cordero, los beodos no distinguimos entre las 3 de la tarde o las 12 de la noche para beber)…se sentó en un silloncito frente a mí sin decirme ni hola, apoyando con furia su culo huesudo y destilando olor a crema anti arrugas. Por detrás de ella venía África, la señorita encargada de la cocina…y de verdad que se llama África, no es que la racista de Constantina le haya puesto así por su color de piel.
La mujer con nombre de continente nos sirvió el té y preguntó: “¿Necesita algo mas señora?”….y mamá le respondió “No…podés tomarte el día libre”…
Sentí miedo…se me frunció el orto.
Constantina no era buena con sus empleadas, al contrario, es una insoportable bruja explotadora así que inmediatamente lo supe: “Esta me va a re cagar a palo”.
-Hablá- me dijo.
Yo miraba la mesita ratona pensando qué carajo decirle…una mesita del año del pedo que mi mama gusta en llamar “mesita Luis XIV”…da igual, es mas vieja que la mierda.
Lo de brutalmente sincera se había extinguido ante su rígida presencia, entonces empecé a hacer uso de mis capacidades mentirativas:

-Bueno, mira mama, yo se que esto te va a acongojar pero pasó…esteeeeee lo que pasó fue que…Estaba yo sentada, tejiendo la púrpura y leyendo la bilbia cuando de repente entrose por la ventana el arcángel Gabriel y dijoseme “bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre”…Yo me quedé anonadada mamucha y le dije: “Whhhhhhhhhhaaaaaaaaaat a faaaaaac einyel Gueibriel????
Y él respondióse: Tendrás un hijo, lo llamarás como se cante el culo…deberás cuidarlo sanamente, mientras tanto vivirás de tus padres hasta que este hijo pueda mantenerte…
Y se fue ma, el arcángel se fue y yo….

Stop.
Me hizo una seña con la mano para que pare mi relato, se acercó a mi y estampilló su mano contra mi cachete…¡y mierda que picó!
-Hablá- repitió mientras volvía a poner el tuje en el silloncito.
Como la mesita ratona no me había inspirado una historia convincente, al menos para mi madre, empecé a mirar el techo…hasta que se me ocurrió.

-¿¿¿Te acordas ma del viaje a Cuba??? Bueno nunca te lo conté por que quería que sea una sorpresa pero cuando estaba allá conocí a un Doctor que es la vanguardia en medicina genética. La cosa es que hable mucho con él y me dijo que yo era tipo re inteligente y tipo como que tipo tipo nada, tipo que se notaba que tipo, que yo onda que tipo que era re copada y que tipo tenia un nivel intelectual re tipo alto entonces tipo me eligió tipo a mi entre unas mil y tipo de minas para ser parte de su nueva investigación y bueno tipo que acá esta, tipo que este es un proyecto de ciencias, que va a salir tipo en cinco meses, osea tipo 10 meses antes que cualquier bebe normal y tipo que estoy re emoción por…
Stop.
-Viajaste a Cuba cuando tenías 17 años pendeja retrasada…..-
Esta vez Constantina revoleó la taza de té contra la mesa más vieja que la mierda quemándome en el estallido re fulero. Vi su cara de sorpresa y dolor, pero no por haberme lastimado sin por haber atentado contra su ratona Luis XIV.
-¿Ves lo que me haces hacer estúpida? …Hablá de una vez por todas.

-Bueno ma te cuento, es así…Un señor aportó su semillita así de pequeñita y me dio para que la guarde en mi pancita, por que dicen que es mágica y que de a poquito iba a ir creciendo y transformándose en personita, re loca la semillita…
-No me tomes el pelo tarada mental- me dijo levantando la mesa con tetera y todo contra mi y volviendo a quemarme horrible.
Tuve que encontrar un punto medio entre la sinceridad sin vaselina y las mentiras porque iba a terminar descuartizada. La tortura de esta trola funciona conmigo para autobuchonearme. Entonces le contesté:

-Mira pelotuda, es corta la bocha… En el descanso de los anticonceptivos me mande una re cagada y bueno que va a ser, si “Pepe” me re calienta y tiene la verga re potente y bueno, los tragos, las vacaciones en esa playa, la música, la brisa, yo que poronga me iba a poner a contar los días si estaba re en pedo danzando en patas con la pija de Pepe apoyada en el orto, me calenté y bueno, paso lo que paso…

-Ah! con que es de “ese”…
-Si, peor sería que fuera del Espíritu Santo…
-¿Se van a casar?
-Ni aunque me pagues un millón de dólares…
-Bueno, hoy podes quedarte en esta casa, usa las habitaciones que son para los invitados…Mañana desaparece para siempre, yo no eduqué una hija para que la embarace un morocho…(epa epa, les dije que era racista)…

Pero a la noche la sentí deambular por la casa más en pedo que nunca, puteando y maldiciendo. Cuando ya estaba rozando el coma alcohólico entró a mi pieza, se sentó al borde de la cama y me dijo:
-Cuando vuelva tu padre de viaje te aconsejo que vayas al grano…no le des ideas de médicos genetistas ni de nada relacionado con ADN y esas cosas por que se le va a prender la lamparita…
-¿Y qué mamá? ¿ Qué tiene de malo lo del medico genetista y la lamparita?
-Que me va a pedir que me haga uno, seguramente, y ni vos ni tus hermanos mayores son de él…Sssshhh no digas nada…salvo que ese medico amigo tuyo sepa alterar los resultados o que el señor que pone semillitas le diga que se cruzó conmigo en el pasado…-
Constantina se paró y se fue chocándose contra las paredes.
Notición.
Esa si que había venido sin vaselina…todavía me duele el ojete tras semejante confesión!

sábado, 26 de febrero de 2011

PoRnOsTaR-PARTE II- Estritís


Sí, el tipo me caía bien, me gustaba, por ende decidí ser gauchita con él esa noche y acceder a todas sus propuestas.
El problema era que mi atuendo no iba a tono con lo que él iba a pedirme…pero de eso me di cuenta después.
Como me había encaprichado en usar un pantalón muy ajustado para salir con él, no cené…si, admito ser de las pelotudas que hacen eso, pero no cené y por lo tanto tenía el estómago vacío cuando empecé a beber de lo más bonito. Sin embargo los alcohólicos solemos no hacernos cargo de que es justamente el chupi lo que nos cae mal, y como buena alcohólica, estoy decidida a creer que los caramelitos que mastiqué después de las 17 cervezas (compartidas), los ocho speed con vodka y los toc toc para rematar la noche, me hicieron mierda la panza y me hicieron poner mas en pedo de lo que estaba.
Si…que tire la primera piedra aquél que no se haya copeteado la vida y luego se haya lastrado un panchito y al día siguiente atribuya la descompostura al inofensivo hot dog.
Sigo.
Re contra en pedo como estaba (por que si no estoy alcoholizada no puedo desquiciarme en la cama…si, soy una puta trucha) marchamos con el apuesto caballero hacia su casa. Yo podría haber esperado cualquier cosa, que me pida lo que sea, que traiga a la vecina de ruleros al sillón con nosotros, que me obligue a disfrazarme de macumbera, de rugbier, de oso…lo que sea…pero no un “estritís”…¿por qué eso? ¿por qué justo eso si yo tengo menos sensualidad que una mortadela y una coordinación hiper defectuosa para los movimientos lentos y en bajada? ¿por qué justo esa noche que no podía ni hacer el cuatro, que estaba asquerosamente ebria?...pero como ya me había autoprometido que iba a ser guachita, accedí.
Y como a mí todo me sale para la cajeta, apenas empecé a intentar el bailecito me caí de geta contra el piso…claro que no fue solo por culpa de los tragos ad hoc sino también por los tacazos de 11 cm a los cuales me había trepado esa noche. Me hice pelota el brazo en la caída y el tipo en lugar de ayudarme no se paraba de reir…en el segundo intento me fue un poco mejor, probé mi estabilidad y a los dos minutos como vi que no me caía empecé a improvisar…Agarré la silla y quise hacer eso que hacen las bailarinas que se agachan sacando culo y después se paran despacio…No sólo me fui a la mierda con silla y todo sino que se me rajó el pantalón desde la concha hasta el coxis durante la agachada.
Pobre hombre, le hubiera salido mas barato pagar una puta…por que yo soy puta pero de las gratis, pero lo gratis termina costando caro.
Sentí tanta vergüenza que revoleé los zapatos a la bosta y me quité ese pantalón más berreta que la puta en escena. El loco empezó a aplaudir…por fin, pensé, pero ahí nomás me di cuenta que colgada como soy, por haberme puesto a fumar porros mientras me vestía para la ocasión, no seleccioné la ropa interior adecuada…en algún despiste me calzé la vedettina de algodón con ositos y moñito en vez de la tanguita de encaje…Qué mujer deplorable debía parecer ante los ojos de ese pobre tipo que no paraba de reirse, pero de otros paros aún nada…
Le propuse pasar a otra cosa mariposa, que el estritís no funcionaría…Pero él insistió y sus deseos eran órdenes…
Yo, gran miradora de películas, recordaba varios bailecitos que podía poner en práctica…Demi Moore es Demi Moore pero cualquiera puede sacarse el corpiño de un tirón. Fui detrás de esa opción pero las cosas volvieron a salirme mal porque las películas son películas y la realidad es la realidad…cuando tironee el braseir con toda la ira de la calentura, los elásticos volvieron sobre mí y me hice mierda la espalda…Luego de un par de tironeos y enrosques parecía que ya salía, ya salía pero se enredó en mi pelo y el pobre hombre tuvo que traer una tijera y cortarme un mechón con ñocorpi y todo.
Último intento, faltaba la bombacha de ositos…Oh! No podía hacerla intervenir a ella en esas cosas poco serias…con ella puesta yo miraba los dibujitos y comía helado…Pobre bombacha…pero no quedó otra…Música de por medio intenté quitarme la chabomba…y me di por vencida…yo no sé cómo harán las profesionales pero no me salió ni parecido…Nuevamente mi cara se encontró con el piso…
Basta.
No quise más ser gauchita, sólo quería tirarme boca arriba en el suelo y ver el techo girando arriba mío.
Pero en eso, mi acompañante se acercó aplaudiendo. Muerto de la risa sacó a su amigo y eso fue lo primero que me hizo felìz en largo rato. Un poco dolorida por los porrazos me dispuse a hacerle un buen pete..que esos sí, me dijeron que me salen lindos!

viernes, 18 de febrero de 2011

Requiem a Paca


Hay varios escritores de excelentísimo nivel que leen este blog…lo cual debe hacerme sentir orgullosa. Lo que yo me pregunto es como mierda se inspiran, de donde poronga sacan las palabras e hilvanan oraciones con sentido y sin guarangadas. En estos momentos estoy obnubilada. Mi musa inspiradora se fue a putañear y las sustancias que estimulan a la gente en general a mi ya no me estimulan mas para guaranguear o, bien, para escribir las guarangadas. Ando necesitada de mis ordinarieces, las extraño. Hoy me pasó algo que me hizo recordar eso, por que fui a una farmacia a comprar mis anticonceptivos (que tomo al pedo) y un tipo que estaba antes que yo le pidió al farmacéutico: “Hola…tiene algún laxante como para caballo???....que sea bien potente por favor”…Dios mío, que manera de reírme. Mas tarde estaba en una plaza fumando mi mañanero y un tipo se paró adelante mío y me dijo: “¿Te puedo hacer una pregunta?”…como mujer educada que soy le dije “Claro como no” y el tipo dijo: “¿tengo el bulto parado?” ….tal vez el muy tarado pensó que iba a ponerme roja o a putearlo pero lo que hice fui mirar hacia su pobre lugar y decirle: “No, no está parado y si está parado la tenes muy chiquita por que no se nota nada…no hay gente viviendo por ahí”…El tipo dijo… “qué loca de mierda y se fue”…
Me quedé pensando en guarangadas ahí en la plaza mientras dos perros fornicaban a mi lado, perros de mierda, pensé. Es que yo quiero a los perros pero un ratito y ajenos…No es que no me gusten pero el mayor trauma de mi vida, un trágico episodio que, estoy segura, me hizo degenerar posteriormente hacia los caminos mas vicios, se relaciona con ese episodio y no es que me ponga psicoanalítica pero de verdad que todo es culpa de Greta.
Les cuento.
Cuando tenía cinco años mi mamá decidió que ya era tiempo de que elija una mascota. Como toda niña fervorosa lectora de Maria Elena Walsh, pedí, claro está, un elefante…si…¿¿¿quién no quiso tener un Dylan Kifky en su casa????
Por razones que tardé un par de años en comprender me dijeron que NO. Como buena niña hice teatro mas de una semana llorando abrazada al libro sobre el elefante; mientras mi mamá cocinaba me hacía la pelotuda y me sentaba a sus pies sollozando con el libro en mano y besándolo en los dibujos.
Mi mama me sugirió, en su lugar, que compre una tortuga si es que tanto me gustaba Maria Elena. A regañadientes acepté la negociación, firmé contrato y fuimos en búsqueda del reptil. Aun estaba en su cascarón, ya por salir, cuando la compramos. La vi nacer, era pequeña, le puse Paquita. Con mi papa le hicimos un paraíso en un cajón de pescado, le pusimos tierra y le hicimos una casita para que duerma, aunque ella ya llevaba la suya a cuestas.
La puta de mi vecina de en frente, vieja chota, me decía en broma que se la iba a comer en una sopa. Tuve muchas pesadillas al respecto, y también soñaba que algún estúpido habitante de la casa se la llevaba por delante por descuido y la pisaban dejandola estampilladamente muerta contra el piso.
Crecimos juntas, nunca la dejaba sola. En las vacaciones, cuando partíamos a visitar a mis abuelos hacia el norte, la llevaba en la luneta del auto, en una cajita de madera que mi abuelito había construido especialmente para ella.
Hasta que un día, mientras se avecinaba el invierno…Paquita se escapó…No sé a qué clase de estupido ser humano se le puede escapar una tortuga…pero a mí se escapó en algún despiste mientras miraba Chiquititas. Yo tenía 9 años y entré en pánico. Interrogué a la vecina vieja chota del frente, hurgué sus ollas…pero no había rastros de Paquita…nadie la había visto. Le pregunté a un policía que siempre estaba parado en la esquina de mi casa, mas al pedo que bocina de avión, tomando mate con la dueña del quisquito y comiendo bollitos de grasa…se rió de mí pero prometió buscarla.
Llegó el invierno pero mi búsqueda no cesaba. Un día, mientras me preparaba para ir a natación mi mamá me lo dijo: “La encontré”…pero como toda madre poco sentimental y tarada que no sabe que los niños tenemos trágicos sentimientos y futuros problemas con el escabio, en lugar de inventarme una mágica historia relacionada con la muerte, algo al estilo “todos los perros van al cielo” me dijo con toda su crudeza: “Estaba atrapada debajo de una meceta del patio…murió helada”…
Oh dios, aun se me pone la piel de gallina cuando pienso en eso. No pude ir a natación ni a la clase de ingles que tenia luego de ésta y al otro falté al colegio. Lloré por Paquita hasta las lágrimas que no tenía, no podía parar de pensar en nuestros momentos juntas, en nuestras lentas (muy lentas) caminatas, en nuestros viajes, en las casitas de cartón y de madera, en nuestras lentas (muy lentas) visitas a la verdulería en búsqueda de lechuga y manzanas.
Estando en la escuela, en el cine, en la placita o en donde poronga sea volvía una y otra vez a mi mente la imagen de Paquita debajo de esa maceta, pasando frío, hambre…
Decidí enterrarla en el patio de mi casa y darle un funeral digno de tortuga fallecida. Me vestí para la ocasión. Mis hermanos y mis padres asistieron al funeral y también algunas amiguitas, un poco obligadas y un poco asustadas por mi modo de obligarlas a llorar por Paquita.
Dije unas palabras en su memoria y la enterré yo misma.

Los días que siguieron fueron tristes, al menos para mí. Mi mamá, que me veía mal, decidió regalarme una perrita para que no esté tan triste. Recibí ese cuzquito blanco de raza Délmonton un día de mucho sol. Le puse Greta de nombre y me cayó bien a pesar de que me molestaba su estupida manía de mearse encima por la emoción. Greta se portaba bien, buena chica, de esas perritas juguetonas que les tiras algo y lo traen para que se los vuelvas a tirar y así sucesivamente…taradeces de perros. Aun así ella no llenaba con su derroche de energías el vacío que Paquita dejó en mí con su ausencia eterna. Me costo digerir a la perra de mierda pero con el tiempo y la ayuda de mis padres pude ir superando el horror de la tragedia y comencé a simpatizar con Greta, fiel compañera.
Hasta que un día sucedió lo peor.
Estaba yo jugando en el patio. Probablemente ensuciándome con barro o pispeando a mi hermano mayor por la ventana que ya estaba en los años en que los pibes empiezan a mirar revistas porno. Mientras decidía si buchonearlo o no con mi mama la vi a Greta
metiendo su hocico donde no debía. Volví a distraerme y la vi que venia corriendo hacia mi con algo en la boca para que se lo revolee y jugar con ella….Cuando se acercó lo suficiente lo vi…lo que traía en la boca era el cuerpo de mi extinta Paquita….la perra hija de puta la había desenterrado, ultrajó su tumba, interrumpió su descanso en paz.
Literalmente: me desmayé.
Ohhh cómo explicarles que casi muero infartada por ese detalle, que nunca mas pude volver a mirar a Greta a los ojos ni a la corta de boina de mi madre que siempre tan poco creativa para dar con mi sensibilidad me consolaba diciendo: “Bueno pero Gretota pensaba que era un huesito por el olor que seguro Paquita estaba largando en su estado de putrefacción”…
Lamento haberles contado esta tragedia…por favor don`t cry…Yo sé que no debería haberme hecho una fiel detestadora de perros por este hecho, pero hace dos años, cuando mi mamá me informó sobre la muerte de Greta, me puse feliz y nunca fui a llorarla en su tumba.
Me puse triste este remejoramiento, este restrospectivo post…Voy a beber algo fuerte para digerir los recuerdos…Salud!

martes, 15 de febrero de 2011

PPYHA

Para no perder la costumbre...estoy borracha.
Me estoy embriagando con un whisky berreta, uno que quedo acovachado en mi casa despues de alguna fiesta.
Me gusta tener etilico acovachado sobre todo hoy que es mi cumpleaños y lo estoy festejando sola porque me siento vieja y no tengo animos para festejar este sentimiento de vejez...
Dejar un cuarto de siglo atras me emputece porque si bien cumplo 25 parezco de 78 culpa de haber vivido tan insanamente los añares que deje por atras y con mucha cara de ojete estoy frente a esta computadora chamuyandome algun puber con ganas de ponerla pero no voy a ceder....no me lo voy a coger aunque mucho me agradaria un revolcon con un pendejo porque los pendejos tienen mucha energia sexual y una puede pedirles lo que sea...que lo hagan bien o mal es cuestion de experiencia, claro, pero saldria con fritas. Nada, me voy a quedar aca, ni sexo virtual ni sustancias estimulantesmente prohibidas.
Realmente estoy borracha y se me cruzan las teclas y me empiezo a acordar de cumpleaños anteriores ...El numero 24 fue destructivo...pero para los invitados...no para mi que por cuestiones de fuerza mayor no pude colarme ese carton ni fumar porro que es algo que me encanta (las dos cosas) y me acuerdo que en ese cumple cayo a mi fiesta una patetica cara de nada que parecia ser de esas pajeras que se tiran un pedo y disfruta de olerlo y que despues me saco a mi novio que fue el que me hbia organizado la fiesta y que fue el que motivo la creacion de este blog al haberse ido con la cara de pija que se tira pedos y los huele con cara de placer y solo puedo pensar que cumplir años no me gusta y no...no tengo que ir al psicoanalista, lo unico que necesito es droga y no hay y que patetica que soy.
Salud


Realmente estoy borracha, sepan disculpar

jueves, 13 de enero de 2011

Esas cosas ciclicas que tiene el alcohol


Si el hígado está donde yo creo que está entonces eso es lo que me anda doliendo de lo lindo, aun así me voy al bar que es un lugar agradable para tomar alcohol y muy eficaz
para las que nos abrimos fácil de piernas por que allí habitan también quienes se bajan rápido la bragueta.
Entro y hecho un vistazo. No hay casi nadie. En un rincón parlotean tres tipos que a simple vista parecen estar pal arrastreo de ala, que estàn bàrbaros los tres. Pero como bien canta la Bersuit…es necesario “tomar un par de tequilazas para afinar la vista”.
Me pongo cómoda, me pido un trago y analizo la situación.
Primeros tragos que ingiero: Empiezo a ponerme ansiosa y selectiva. Uno de los tipos parece ser cocinero, de esos chef que denominan a sus platos con diminutivos y mientras mas chiquitito es el nombrecito mas caro es el platito: Pecetito a la ciruelita; patitas de cerdo con papines; salmoncito ahumado con salsa de berenjenitas (etc). Me hace acordar a esos forros del gourmet que cocinan zarpado y la pasan bomba, viajando por todo el mundo para mostrarnos las mil variedades de hojas verdes y tipos de morrones mientras chupan buen vino y papean re piola.
Los otros dos dan que desear, el que más me calentaba la toronja esta dejando de gustarme…embadurnado de gel…me aburre…bañado de perfume me da que pensar que tiene un olor a pata de la mierda y a bolas que ni te cuento.
El otro – que tiene pinta de empleado bancario, medio calvo, con camisa marca cara- se para cada vez que empieza una canción y hace un bailecito que asusta, y cuando parece que alguno de ellos dice algo gracioso aplaude exageradamente, seguro que el gil es de los que fingen el orgasmo.
Estos papa frita me están rompiendo las pelotas y no entra nadie nuevo al bar. Parezco la divorciada sola y mala onda que se sienta lejos de todos con cara de tuje a chupar whisky. Uno de ellos, el supuesto olor a patas y bolas, se me acerca y me invita a sentarme con ellos en la mesa. Como soy puta y necesitada acepto. Empiezo a detestarlos, hablan puras pavadas pero como invitan tragos me re contra instalo en la mesa.
Le mando mensaje a mis amigas contándoles lo plomazo que son los hombres por acá.

Segundos tragos: Comienzo a intersarme en la conversación de estos tipos. La nariz de uno ya no me parece tan grande y el peinado del supuesto chef ya no me parece cresta de gallo sino cool y simpático. Empiezo a digerirlos físicamente y hasta me olvido de mi dolor de hígado y bebo como loca.
Pienso que los tres están pasables, que no son tan feos y que hasta me iría con alguno de ellos. Le mando un mensaje a mis amigas contándoles de mis nuevos conocidos que ya me están haciendo invitaciones para el cumple de uno que se avecina…acepto aunque para mis adentros me digo que no, que esto queda acá, que con los pelotudos no hago sociales mas que una noche de borrachera.

Terceros tragos: Voy al baño ya casi tambaleándome, cuando me paro me pispean el orto y eso me encanta. En el baño me choco contra la puerta mientras meo y mientras pienso en qué copados son estos chabones, ojala que sigamos en contacto, les voy a dar mi teléfono para que algún día vengan a comer pizza a mi casa.
Le mando mensajes a mis amigas contándoles lo divertida que estoy con mis tres amigos nuevos y que ojalà me vaya con los tres juntos esas noche por que los tres son divinos aunque físicamente dejen que desear.

Cuartos tragos: están bárbaros los tres.
Pero ninguno me invito a irme con él.

domingo, 26 de diciembre de 2010

PoRnoStaR- Desventuras de una coneja traga leche PARTE 1


No calienta cómo ni dónde conocí a este pelotudo pero de repente, tras unos varios días enviándonos mensajes calentones, fuimos a un bar por unos tragos para entonarnos y después ir a alguna cama a hacernos lo que sea. Él me gustaba físicamente pero le hubiera puesto una cinta en la boca, aún así accedí a su propuesta de ir a un telo vulgar de la ciudad cercana porque me prometió que tenía para mí una sorpresa original. Me propuso pasar toda la noche en ese antro de colchonería eyaculada. A mi me alcanzaba con unas pocas horas pero tuve que decir que sí para no quedar como una flojita cagona pero de verdad que tenia ya mucha leche acumulada así que tal vez deba corregir lo que acabo de redactar y decir que en verdad no me iba a alcanzar con tan poco tiempo. A las 9 de la mañana tenía un compromiso impostergable por ende le propuse apurar los tragos y rajar para el telo (no se si la excusa era el compromiso o era yo la verdadera pajera).
Llegados al lugar de paredes de papel tuve que hacer oídos sordos a los gemidos de los vecinos de pieza (el tipo gritaba exageradamente, tal vez fingía el orgasmo o tal vez sufría bastante seguido de impotencia y estaba aprovechando al mango el momento de erección). La original sorpresa de mi candidato eran unos chocolates con forma de pija…tan original como comprar una tortuga y ponerle de nombre Manuelita o abrir un local en una esquina y llamarlo “La Esquina” (se entiende?eh?). Aunque si bien lo de comer chocolates con forma de poronga realmente me calienta, (quizás mas por el chocolate que dicen que es orgásmico mas que por la forma de verga) me repugnó o desilusionó pensar la imagen de este degenerado masticando con cara de calentura la golosina erecta o pasándole la lengua…sería raro, no sé, yo no soy homofóbica ni mucho menos, hasta me divertiría metiéndole unos dedos en el orto pero no quisiera verlo extasiado mordisqueando ese temita…(se entiende?eh?).
Todo empezó a marchar bien de repente por que gracias al cielo no hizo lo que yo pensaba que iba a hacer y de a poco se me mojo la bombacha y ya quería, de verdad quería la colocación. Pero el tipo empezó a nombrarme con diminutivos que me hicieron bajar la calentura “¿Y mamita? ¿Te gusta?” “A ver esa boquita”…
“Pajerito” pensé yo haciendo un esfuerzo incontrolable por no salir corriendo y quedar como una histerieta. Y mientras todo continuaba caí en la cuenta de que me estoy poniendo vieja por que empecé a sentir miedo de estar a solas con un desconocido y no había avisado a nadie y nadie sabia que yo estaba ahí. A veces sucede que una lee libros o ve películas que la trauman y que marcan un antes y un después…nunca más volví a coger igual luego de ver la adaptación cinematográfica que Pier Paolo Passolini realizó sobre los 120 días de Sodoma, del Marques de Sade y nunca mas pude terminar un acto sexual tranquila si se me venían a la mente los libros de Boris Vian. Y este miedo que sentí en este momento me hizo sentir mas vieja que lo que puede sentirse una cuando empieza a caer con regalos a los cumpleaños de los amigos, regalos cuidadosamente elegidos y meditados o cuando la llaman “Señora” o cuando una ya no se pelea con su mamá.
Y mientras me iba en esos pensamientos y se me pasaba la calentura el loco la pasaba bárbaro y hasta creo que terminó y yo por suerte estaba entera y conservaba todos los miembros de mi cuerpo.
No voy a seguir contando lo que sucedió el resto del tiempo por que no tiene tanta importancia (aspirar lineas armadas en su pito, petes y mas petes, poses varias…nada fuera de lo normal). Cerca de las 8 empecé a dormirme y temí no llegar a tiempo a mi compromiso por ende me pedí un whisky en las rocas para pasar el rato mientras el puto dormía a mi lado. Cuidadosamente agarré su celular y le borré mi número telefónico y borré también el suyo del mío para no tentarme alguna noche de desesperada soledad, esas noches en las que no alcanza con la masturbación para consolarse. Agarré mis cosas y tomé otro trago…nada mejor que el etílico para sacarse el gusto a pija de la boca.
A las 9 en punto estaba en casa de mi mamá. Le prometí que iba a acompañarla al casamiento de la hija de una compañera suya de trabajo…seria la boda por iglesia.
Me arreglé para el asunto y le di unos tragos a mi petaca de ron que llevo siempre en el bolso para casos de emergencia…aun sentía en la lengua la leche de este tipo y era una sensación rara la de tener en la boca lo de alguien que no conocía…qué puta incurable.
Mientras me duchaba hice un repaso del encontronazo casual. El loco era agradable y tenia un excelentisimo tamaño de verga, de esas cabezonas que se ponen a pleno cuando se paran. Pero era para mi gusto un poco bizarro. Muerta de risa me puse a imaginarme quién se animaría a ser la estupida que pudiera enamorarse de un mamerto como ese…fantaseé con esa imagen largo rato mientras sacaba el shampoo de mi pelo y hasta pensé en los nombres que el muy tarado pondría a la concha y al culo y a las tetas de la loca, esas cosas muy intimas de las parejas.
No importa, me dije a mi misma, al menos no salí de ese cuarto descuartizada adentro de una valija de mano y no lo voy a ver nunca más en la vida.
A la una de la tarde partí con mami para la iglesia. La madre de la futura novia (casada ya por civil, en breves por iglesia y eternamente por boluda) nos recibió con una gran sonrisa y felicidad, chocha de la alianza de amor entre su hija y el divino yerno.
Sentí miedo de estar en ese lugar. El solo hecho de pisar una iglesia me hacia temblar de miedo y me imaginé en el altar a punto de dar el sí para siempre…pero na, eso jamás sucedería no solo porque no me cabe sino también porque nadie me pediría matrimonio a mi.
Empecé a sentirme mal, un poco mareada por la falta de descanso y de comida y la iglesia y todas las porongas casamenteras. Seria una boda original ya que el novio entraría desde el fondo con la novia juntitos los dos. Cuando todos se pararon para recibirlos yo permanecí sentada debido a mi mareo y al mañanero que me fume a las apuradas sacando el cogote por la ventana de la que había sido mi pieza cuando niña. Al recomponerme me incorporé y… ¡OH dios mío! ¡No podía ser!... no lo podía creer, no no no no no no y no…
¿Con qué cara iba yo, una vez terminada la ceremonia, a felicitar a la nueva esposa, si había estado toda la noche cogiendome a su marido y haciéndole petes por todos los rincones de un hotel y prestándole los cachetes de mi culo para que los acabe y si aun sentía, a pesar de los tragos, el gusto de su eyaculada en mi garganta y cómo le iba a sonreír a esa pobre mina si mi imaginación sin limites ya sabia las penosas y graciosas denominaciones que tenían sus tetas, su concha y su culo?