Esta Neurotica soy yo...Conozcanme

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Intelectualoide psicopata autodestructiva. Fumadora compulsiva. Hombreriega empedernida. Guaranga persiguiendo a su ex.
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sábado, 26 de febrero de 2011

PoRnOsTaR-PARTE II- Estritís


Sí, el tipo me caía bien, me gustaba, por ende decidí ser gauchita con él esa noche y acceder a todas sus propuestas.
El problema era que mi atuendo no iba a tono con lo que él iba a pedirme…pero de eso me di cuenta después.
Como me había encaprichado en usar un pantalón muy ajustado para salir con él, no cené…si, admito ser de las pelotudas que hacen eso, pero no cené y por lo tanto tenía el estómago vacío cuando empecé a beber de lo más bonito. Sin embargo los alcohólicos solemos no hacernos cargo de que es justamente el chupi lo que nos cae mal, y como buena alcohólica, estoy decidida a creer que los caramelitos que mastiqué después de las 17 cervezas (compartidas), los ocho speed con vodka y los toc toc para rematar la noche, me hicieron mierda la panza y me hicieron poner mas en pedo de lo que estaba.
Si…que tire la primera piedra aquél que no se haya copeteado la vida y luego se haya lastrado un panchito y al día siguiente atribuya la descompostura al inofensivo hot dog.
Sigo.
Re contra en pedo como estaba (por que si no estoy alcoholizada no puedo desquiciarme en la cama…si, soy una puta trucha) marchamos con el apuesto caballero hacia su casa. Yo podría haber esperado cualquier cosa, que me pida lo que sea, que traiga a la vecina de ruleros al sillón con nosotros, que me obligue a disfrazarme de macumbera, de rugbier, de oso…lo que sea…pero no un “estritís”…¿por qué eso? ¿por qué justo eso si yo tengo menos sensualidad que una mortadela y una coordinación hiper defectuosa para los movimientos lentos y en bajada? ¿por qué justo esa noche que no podía ni hacer el cuatro, que estaba asquerosamente ebria?...pero como ya me había autoprometido que iba a ser guachita, accedí.
Y como a mí todo me sale para la cajeta, apenas empecé a intentar el bailecito me caí de geta contra el piso…claro que no fue solo por culpa de los tragos ad hoc sino también por los tacazos de 11 cm a los cuales me había trepado esa noche. Me hice pelota el brazo en la caída y el tipo en lugar de ayudarme no se paraba de reir…en el segundo intento me fue un poco mejor, probé mi estabilidad y a los dos minutos como vi que no me caía empecé a improvisar…Agarré la silla y quise hacer eso que hacen las bailarinas que se agachan sacando culo y después se paran despacio…No sólo me fui a la mierda con silla y todo sino que se me rajó el pantalón desde la concha hasta el coxis durante la agachada.
Pobre hombre, le hubiera salido mas barato pagar una puta…por que yo soy puta pero de las gratis, pero lo gratis termina costando caro.
Sentí tanta vergüenza que revoleé los zapatos a la bosta y me quité ese pantalón más berreta que la puta en escena. El loco empezó a aplaudir…por fin, pensé, pero ahí nomás me di cuenta que colgada como soy, por haberme puesto a fumar porros mientras me vestía para la ocasión, no seleccioné la ropa interior adecuada…en algún despiste me calzé la vedettina de algodón con ositos y moñito en vez de la tanguita de encaje…Qué mujer deplorable debía parecer ante los ojos de ese pobre tipo que no paraba de reirse, pero de otros paros aún nada…
Le propuse pasar a otra cosa mariposa, que el estritís no funcionaría…Pero él insistió y sus deseos eran órdenes…
Yo, gran miradora de películas, recordaba varios bailecitos que podía poner en práctica…Demi Moore es Demi Moore pero cualquiera puede sacarse el corpiño de un tirón. Fui detrás de esa opción pero las cosas volvieron a salirme mal porque las películas son películas y la realidad es la realidad…cuando tironee el braseir con toda la ira de la calentura, los elásticos volvieron sobre mí y me hice mierda la espalda…Luego de un par de tironeos y enrosques parecía que ya salía, ya salía pero se enredó en mi pelo y el pobre hombre tuvo que traer una tijera y cortarme un mechón con ñocorpi y todo.
Último intento, faltaba la bombacha de ositos…Oh! No podía hacerla intervenir a ella en esas cosas poco serias…con ella puesta yo miraba los dibujitos y comía helado…Pobre bombacha…pero no quedó otra…Música de por medio intenté quitarme la chabomba…y me di por vencida…yo no sé cómo harán las profesionales pero no me salió ni parecido…Nuevamente mi cara se encontró con el piso…
Basta.
No quise más ser gauchita, sólo quería tirarme boca arriba en el suelo y ver el techo girando arriba mío.
Pero en eso, mi acompañante se acercó aplaudiendo. Muerto de la risa sacó a su amigo y eso fue lo primero que me hizo felìz en largo rato. Un poco dolorida por los porrazos me dispuse a hacerle un buen pete..que esos sí, me dijeron que me salen lindos!

viernes, 18 de febrero de 2011

Requiem a Paca


Hay varios escritores de excelentísimo nivel que leen este blog…lo cual debe hacerme sentir orgullosa. Lo que yo me pregunto es como mierda se inspiran, de donde poronga sacan las palabras e hilvanan oraciones con sentido y sin guarangadas. En estos momentos estoy obnubilada. Mi musa inspiradora se fue a putañear y las sustancias que estimulan a la gente en general a mi ya no me estimulan mas para guaranguear o, bien, para escribir las guarangadas. Ando necesitada de mis ordinarieces, las extraño. Hoy me pasó algo que me hizo recordar eso, por que fui a una farmacia a comprar mis anticonceptivos (que tomo al pedo) y un tipo que estaba antes que yo le pidió al farmacéutico: “Hola…tiene algún laxante como para caballo???....que sea bien potente por favor”…Dios mío, que manera de reírme. Mas tarde estaba en una plaza fumando mi mañanero y un tipo se paró adelante mío y me dijo: “¿Te puedo hacer una pregunta?”…como mujer educada que soy le dije “Claro como no” y el tipo dijo: “¿tengo el bulto parado?” ….tal vez el muy tarado pensó que iba a ponerme roja o a putearlo pero lo que hice fui mirar hacia su pobre lugar y decirle: “No, no está parado y si está parado la tenes muy chiquita por que no se nota nada…no hay gente viviendo por ahí”…El tipo dijo… “qué loca de mierda y se fue”…
Me quedé pensando en guarangadas ahí en la plaza mientras dos perros fornicaban a mi lado, perros de mierda, pensé. Es que yo quiero a los perros pero un ratito y ajenos…No es que no me gusten pero el mayor trauma de mi vida, un trágico episodio que, estoy segura, me hizo degenerar posteriormente hacia los caminos mas vicios, se relaciona con ese episodio y no es que me ponga psicoanalítica pero de verdad que todo es culpa de Greta.
Les cuento.
Cuando tenía cinco años mi mamá decidió que ya era tiempo de que elija una mascota. Como toda niña fervorosa lectora de Maria Elena Walsh, pedí, claro está, un elefante…si…¿¿¿quién no quiso tener un Dylan Kifky en su casa????
Por razones que tardé un par de años en comprender me dijeron que NO. Como buena niña hice teatro mas de una semana llorando abrazada al libro sobre el elefante; mientras mi mamá cocinaba me hacía la pelotuda y me sentaba a sus pies sollozando con el libro en mano y besándolo en los dibujos.
Mi mama me sugirió, en su lugar, que compre una tortuga si es que tanto me gustaba Maria Elena. A regañadientes acepté la negociación, firmé contrato y fuimos en búsqueda del reptil. Aun estaba en su cascarón, ya por salir, cuando la compramos. La vi nacer, era pequeña, le puse Paquita. Con mi papa le hicimos un paraíso en un cajón de pescado, le pusimos tierra y le hicimos una casita para que duerma, aunque ella ya llevaba la suya a cuestas.
La puta de mi vecina de en frente, vieja chota, me decía en broma que se la iba a comer en una sopa. Tuve muchas pesadillas al respecto, y también soñaba que algún estúpido habitante de la casa se la llevaba por delante por descuido y la pisaban dejandola estampilladamente muerta contra el piso.
Crecimos juntas, nunca la dejaba sola. En las vacaciones, cuando partíamos a visitar a mis abuelos hacia el norte, la llevaba en la luneta del auto, en una cajita de madera que mi abuelito había construido especialmente para ella.
Hasta que un día, mientras se avecinaba el invierno…Paquita se escapó…No sé a qué clase de estupido ser humano se le puede escapar una tortuga…pero a mí se escapó en algún despiste mientras miraba Chiquititas. Yo tenía 9 años y entré en pánico. Interrogué a la vecina vieja chota del frente, hurgué sus ollas…pero no había rastros de Paquita…nadie la había visto. Le pregunté a un policía que siempre estaba parado en la esquina de mi casa, mas al pedo que bocina de avión, tomando mate con la dueña del quisquito y comiendo bollitos de grasa…se rió de mí pero prometió buscarla.
Llegó el invierno pero mi búsqueda no cesaba. Un día, mientras me preparaba para ir a natación mi mamá me lo dijo: “La encontré”…pero como toda madre poco sentimental y tarada que no sabe que los niños tenemos trágicos sentimientos y futuros problemas con el escabio, en lugar de inventarme una mágica historia relacionada con la muerte, algo al estilo “todos los perros van al cielo” me dijo con toda su crudeza: “Estaba atrapada debajo de una meceta del patio…murió helada”…
Oh dios, aun se me pone la piel de gallina cuando pienso en eso. No pude ir a natación ni a la clase de ingles que tenia luego de ésta y al otro falté al colegio. Lloré por Paquita hasta las lágrimas que no tenía, no podía parar de pensar en nuestros momentos juntas, en nuestras lentas (muy lentas) caminatas, en nuestros viajes, en las casitas de cartón y de madera, en nuestras lentas (muy lentas) visitas a la verdulería en búsqueda de lechuga y manzanas.
Estando en la escuela, en el cine, en la placita o en donde poronga sea volvía una y otra vez a mi mente la imagen de Paquita debajo de esa maceta, pasando frío, hambre…
Decidí enterrarla en el patio de mi casa y darle un funeral digno de tortuga fallecida. Me vestí para la ocasión. Mis hermanos y mis padres asistieron al funeral y también algunas amiguitas, un poco obligadas y un poco asustadas por mi modo de obligarlas a llorar por Paquita.
Dije unas palabras en su memoria y la enterré yo misma.

Los días que siguieron fueron tristes, al menos para mí. Mi mamá, que me veía mal, decidió regalarme una perrita para que no esté tan triste. Recibí ese cuzquito blanco de raza Délmonton un día de mucho sol. Le puse Greta de nombre y me cayó bien a pesar de que me molestaba su estupida manía de mearse encima por la emoción. Greta se portaba bien, buena chica, de esas perritas juguetonas que les tiras algo y lo traen para que se los vuelvas a tirar y así sucesivamente…taradeces de perros. Aun así ella no llenaba con su derroche de energías el vacío que Paquita dejó en mí con su ausencia eterna. Me costo digerir a la perra de mierda pero con el tiempo y la ayuda de mis padres pude ir superando el horror de la tragedia y comencé a simpatizar con Greta, fiel compañera.
Hasta que un día sucedió lo peor.
Estaba yo jugando en el patio. Probablemente ensuciándome con barro o pispeando a mi hermano mayor por la ventana que ya estaba en los años en que los pibes empiezan a mirar revistas porno. Mientras decidía si buchonearlo o no con mi mama la vi a Greta
metiendo su hocico donde no debía. Volví a distraerme y la vi que venia corriendo hacia mi con algo en la boca para que se lo revolee y jugar con ella….Cuando se acercó lo suficiente lo vi…lo que traía en la boca era el cuerpo de mi extinta Paquita….la perra hija de puta la había desenterrado, ultrajó su tumba, interrumpió su descanso en paz.
Literalmente: me desmayé.
Ohhh cómo explicarles que casi muero infartada por ese detalle, que nunca mas pude volver a mirar a Greta a los ojos ni a la corta de boina de mi madre que siempre tan poco creativa para dar con mi sensibilidad me consolaba diciendo: “Bueno pero Gretota pensaba que era un huesito por el olor que seguro Paquita estaba largando en su estado de putrefacción”…
Lamento haberles contado esta tragedia…por favor don`t cry…Yo sé que no debería haberme hecho una fiel detestadora de perros por este hecho, pero hace dos años, cuando mi mamá me informó sobre la muerte de Greta, me puse feliz y nunca fui a llorarla en su tumba.
Me puse triste este remejoramiento, este restrospectivo post…Voy a beber algo fuerte para digerir los recuerdos…Salud!

martes, 15 de febrero de 2011

PPYHA

Para no perder la costumbre...estoy borracha.
Me estoy embriagando con un whisky berreta, uno que quedo acovachado en mi casa despues de alguna fiesta.
Me gusta tener etilico acovachado sobre todo hoy que es mi cumpleaños y lo estoy festejando sola porque me siento vieja y no tengo animos para festejar este sentimiento de vejez...
Dejar un cuarto de siglo atras me emputece porque si bien cumplo 25 parezco de 78 culpa de haber vivido tan insanamente los añares que deje por atras y con mucha cara de ojete estoy frente a esta computadora chamuyandome algun puber con ganas de ponerla pero no voy a ceder....no me lo voy a coger aunque mucho me agradaria un revolcon con un pendejo porque los pendejos tienen mucha energia sexual y una puede pedirles lo que sea...que lo hagan bien o mal es cuestion de experiencia, claro, pero saldria con fritas. Nada, me voy a quedar aca, ni sexo virtual ni sustancias estimulantesmente prohibidas.
Realmente estoy borracha y se me cruzan las teclas y me empiezo a acordar de cumpleaños anteriores ...El numero 24 fue destructivo...pero para los invitados...no para mi que por cuestiones de fuerza mayor no pude colarme ese carton ni fumar porro que es algo que me encanta (las dos cosas) y me acuerdo que en ese cumple cayo a mi fiesta una patetica cara de nada que parecia ser de esas pajeras que se tiran un pedo y disfruta de olerlo y que despues me saco a mi novio que fue el que me hbia organizado la fiesta y que fue el que motivo la creacion de este blog al haberse ido con la cara de pija que se tira pedos y los huele con cara de placer y solo puedo pensar que cumplir años no me gusta y no...no tengo que ir al psicoanalista, lo unico que necesito es droga y no hay y que patetica que soy.
Salud


Realmente estoy borracha, sepan disculpar