Esta Neurotica soy yo...Conozcanme

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Intelectualoide psicopata autodestructiva. Fumadora compulsiva. Hombreriega empedernida. Guaranga persiguiendo a su ex.
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domingo, 5 de septiembre de 2010

La Primera Vez


Hay una primera vez para todo…pero obvio que si yo voy a ser quien habla del tema sólo puedo referirme a un par de cosas.
Las primeras veces que a mi me interesan o de las cuales puedo hablar sucedieron en cadena una atrás de la otra. Las puedo contar en orden cronológico pero antes que eso debo aclarar que todo en mi vida es un “existo luego pienso”, diferente de Descartes y un “trágame tierra…para qué mierda hice esto ahora y por qué, al menos, no tuve más cuidado de que mi mama me vea” y otros pensamientos por el estilo.
La primera vez que fui al jardín me hice pis; el primer día de escuela me hice pis; la primera vez que se me dio por jugar en un subibaja me caí y me quebré el brazo; la primera vez que anduve en patines me esguince el tobillo; cuando me regalaron mi primer perrito el puto me mordió; cuando vi mi primer película de terror me asusté y me hice pis (lo peor de todo es que, debo confesar, aquella tenebrosa película era Tiburón, hoy pienso que los Locos Adams deben causar más miedo que eso).
El primer beso no cuenta porque fue jugando a la botellita pero cuando vino el de verdad fue una cosa horrible porque desconocía qué era lo que tenía que hacer y, pobre inocente, me preguntaba por qué concha ese puto tenía que meter su lengua en mi boca y me dio asco y encima me vio mi papá que justo pasaba por esa esquina caminando cuando nunca en su puta vida caminaba para ir a ningún lado.
Mi primer cigarrillo, aquel parissienne olor a pata que le robé a papi y fumé en el patio de casa fue la causa de uno de los tortazos más fuertes que mi madre me haya regalado. Fuera del dolor de tener sus cinco dedos estampillados en mi cara me tuve que comer tres semanas encerrada y con requisa de bolsillos cada vez que salía pa la escuela.
Ni hablar de la primer borrachera. La nena, para recibir el nuevo milenio, hizo pasar una escandalosa vergüenza a la familia luego de chupar todo lo que venía, trancar el inodoro de los anfitriones tanto vomitar y amenazar con tirarse de las escaleras delante de todos los festejantes. Me comí el verano enclaustrada por culpa de esos poquitos tragos de más y me escondieron el vestido que estrenaba esa noche por mi alcohólica tendencia a subirlo cada vez más y más arriba (para que no vuelva a ocurrir). Por suerte del primer porro no se enteraron mis padres ahí tan de toque sino me metían probablemente a una escuela militar. Yo me había enamorado de un porreta y él me preguntó si fumaba y le dije que si (bullshit) y me invitó no a uno sino a varios. Fuimos al bar-café de su padre con las llaves robadas al mismo y copete va, porro viene de un momento para otro me puse blanca y me desvanecí. Cuando abrí los ojos ya era de día y pude ver a mi enamorado tirado al lado mío y a un hombre (que luego me enteré que era su padre) caminado encima nuestro, acomodando las mesas y haciendo café. Me quise escapar corriendo pero cuando me di cuenta…no tenía puesta mi remera. Qué vergüenza. Bonita forma para ese tipo la de conocer a su nuera.
Como quien dice “me tomo cinco minutos…me tomo un té”, llegó el primer encuentro con el tecito de floripondio en aquel campo. Supongo que podría haber sido una vivencia inolvidable si recordara algo. Alguien me dijo que estuve muchas horas matando arañas y arañas y arañas que salían a borbotones de todos lados, me invadían, me caminaban por el cuerpo, se metían en mi cabeza…Pero que en realidad no había absolutamente nada. Y yo creo en su palabra porque a los dos días, cuando volví a casa, sintiéndome ya re superada de los efectos del cóctel, me puse a acomodar un poco la ropa y de nuevo a joder y a gritar “¡mamá esta lleno de arañas!”…Mi mamá, desde su racionalidad, intentaba explicarme que no había ningún insecto mientras en secreto se preguntaba qué carajo me estaría pasando. Mi papá, en cambio, insistía en buscar los bichos.

Y así, con un lindo currículum de primeras incursiones, llegó solito el primer encuentro sexual que, en mi caso, de anecdótico no tiene nada más que haber sido el primero. Una puede tener muchas expectativas al respecto y pensar que será una “experiencia religiosa”. Pero es tan frustrante descubrir que no y que encima duele como la putìsima madre y es imposible evitar preguntarse: “Mierda, ¿por esta porquería gritan tanto en las películas?”…y encima en lugar de quedarte a dormir en un abrazo profundo, como suele suceder es las historias “tierni” de la televisión, tenés que cambiarte a las apuradas porque ya viene tu viejo y encima le copaste la pieza y le usaste los forros y para colmo de males, por más que el desvirgador desaparezca y vos te sientes a mirar televisión para no sembrar sospecha, tu viejo te va a mirar y va a leer el cartel gigante que tenés pegado con la gotita sobre tu frente y que reza “PAPI YA NO SOY VIRGA”.
No sólo te sentís mas abierta por la rotura de tela sino que una gran paranoia te acompaña y ahora es todo el mundo, no solo tu papá, quien lee el letrero que te deschava.
La primera vez que fui a un telo me olvidé ahí el documento nacional de identidad y qué vergüenza cuando llamaron a mi casa del hotel Los Tres Monitos para avisar que podía ir a buscarlo pero que debía ir en compañía de mis padres por ser menor de edad, y que justo haya atendido mi hermano mayor que justo es un gran buchòn. Qué papelón. Qué telo indiscreto.
El juguito de cactus en el cerro tucumano fue una gran experiencia psicodélica pisando ojos mientras caía de la pendiente a un charquito fluorescente. Pero en seguida me di cuenta que no era un charquito sino el gran vomito de pollo a la portuguesa con vino que había dejado minutos atrás uno de mis acompañantes. Tener el orto con olor a lanzo me hizo re bajar.
Como la mayoría de estas macanas siguieron sucediéndose segundas y terceras y cuartas veces, cuando terminé el colegio mis padres me mandaron lejos a una pensión de monjas. Me escapé miles de veces de caravana y una vez llevé allí a un muchacho para un encuentro casual. Las santas mujeres me pusieron de patitas en la calle. No lo considero una gran hazaña pero fue lo que pasó.
El aura, el halo de magia de mis primeras veces nunca existió porque apenas comenzaba la vivencia una madre con perfil de milica, un padre sin criterio o un hermano bigote mutilaron mi desenfreno, al menos en la mayoría de ellas.
Pero también me pregunto por que será que no tengo cura, pero esto ya se hizo muy extenso y la respuesta vendrá, seguramente, en la siguiente publicación.
Mientras tanto pregunto…su primera experiencia… ¿cómo fue?

10 comentarios:

Luciana Navarro dijo...

no te privas de nada...jaja!
hoy tuve una serie de primeras veces referidas al campo profesional, por esto mismo no pueda dar detalles y menos nombres...ja!
Lo ùnico que tengo que decir es que se agradece la amabilidad en tal duros trances iniciaticos!!!

Besos y chinchines!!!

Anthoyne dijo...

Este post es una excretación de culpas y arrepentimientos...se nota un hilo conductor de altruismo...la conciencia es un cerrojo imposible de evadir es por ello que la cabrita, de ahora en mas, se transformara en una misionera mormona, predicando el flagelo del alcohol e incitando a que se ingieran mas gaseosas cola(preferentemente aquellas cuyas tapitas pueden ser recicladas)....dejate de boludear con recordar tus primeras veces y acordate del vinoooo!!!!.

PutA aL pEdO dijo...

Luciana: este miercoles tengo vuelvo a bs as asique me estoy poniendo en contacto para la transccion jaja

Antoni: cuando sea la primera vez que te chupes una gran poronga avisame! jajaja
No...nada de arrepentimientos...solo memorias. Antes que predicar palabras de entes inexistentes prefiero dejar de tomar vino........Mmmmmh, o algo por el estilo!

Lo que si es cierto es que el viento patagonico, en su velocidad, se llevo algunas neuronas que eran indespensables para mi (mal) funcionamiento

Anónimo dijo...

sos tan terrible como yo,sera por eso que me caes tan bien jajaja idola:)

Andrea dijo...

JAJAJA me haces reír mucho!!
Mi primera vez, medio desastrosa tmb! Pero no la pase tan mal! Mi en aquel entonces "mejor amigo" fue muy tierno dentro de todo, y si, dormimos abrazados! Aunque luego nuestra amistad siguió como si nunca nada hubiera pasado, el con su chica y yo, nada, feliz de que haya sido así y no con un ex que luego odiaría!!! Pero si tengo que recordar todas mis primeras veces de algo tengo que dejar un testamento tragi cómico también! jaja Saluu :P jaja

PutA aL pEdO dijo...

Rubiaaaaaaaaa mira que hacia alla voy! me imagino que mulatearemos el fin de semana!

Gracias Andre por contar tu copada experiencia jajaja. La mia si fue lamentablemente con un ex que ahora odio y del cual me ando escondiendo cada vez que lo cruzo jejeje
besos

Nina Regina dijo...

ay, lo del cartel es tan verdad! uno siente que lo lleva impreso en la frente, qué giles, je
(también me causa mucha gracia la verificación de la palabra que tengo que completar ahora para mandar este comentario: witicawi!)

PutA aL pEdO dijo...

jajajaja gracias Regina!!!!

vodka dijo...

y la primera vez que te enamoras y te das cuenta como duele querer?

QSUM dijo...

La primera no me dolio.
La segunda si.