Sí, el tipo me caía bien, me gustaba, por ende decidí ser gauchita con él esa noche y acceder a todas sus propuestas.
El problema era que mi atuendo no iba a tono con lo que él iba a pedirme…pero de eso me di cuenta después.
Como me había encaprichado en usar un pantalón muy ajustado para salir con él, no cené…si, admito ser de las pelotudas que hacen eso, pero no cené y por lo tanto tenía el estómago vacío cuando empecé a beber de lo más bonito. Sin embargo los alcohólicos solemos no hacernos cargo de que es justamente el chupi lo que nos cae mal, y como buena alcohólica, estoy decidida a creer que los caramelitos que mastiqué después de las 17 cervezas (compartidas), los ocho speed con vodka y los toc toc para rematar la noche, me hicieron mierda la panza y me hicieron poner mas en pedo de lo que estaba.
Si…que tire la primera piedra aquél que no se haya copeteado la vida y luego se haya lastrado un panchito y al día siguiente atribuya la descompostura al inofensivo hot dog.
Sigo.
Re contra en pedo como estaba (por que si no estoy alcoholizada no puedo desquiciarme en la cama…si, soy una puta trucha) marchamos con el apuesto caballero hacia su casa. Yo podría haber esperado cualquier cosa, que me pida lo que sea, que traiga a la vecina de ruleros al sillón con nosotros, que me obligue a disfrazarme de macumbera, de rugbier, de oso…lo que sea…pero no un “estritís”…¿por qué eso? ¿por qué justo eso si yo tengo menos sensualidad que una mortadela y una coordinación hiper defectuosa para los movimientos lentos y en bajada? ¿por qué justo esa noche que no podía ni hacer el cuatro, que estaba asquerosamente ebria?...pero como ya me había autoprometido que iba a ser guachita, accedí.
Y como a mí todo me sale para la cajeta, apenas empecé a intentar el bailecito me caí de geta contra el piso…claro que no fue solo por culpa de los tragos ad hoc sino también por los tacazos de 11 cm a los cuales me había trepado esa noche. Me hice pelota el brazo en la caída y el tipo en lugar de ayudarme no se paraba de reir…en el segundo intento me fue un poco mejor, probé mi estabilidad y a los dos minutos como vi que no me caía empecé a improvisar…Agarré la silla y quise hacer eso que hacen las bailarinas que se agachan sacando culo y después se paran despacio…No sólo me fui a la mierda con silla y todo sino que se me rajó el pantalón desde la concha hasta el coxis durante la agachada.
Pobre hombre, le hubiera salido mas barato pagar una puta…por que yo soy puta pero de las gratis, pero lo gratis termina costando caro.
Sentí tanta vergüenza que revoleé los zapatos a la bosta y me quité ese pantalón más berreta que la puta en escena. El loco empezó a aplaudir…por fin, pensé, pero ahí nomás me di cuenta que colgada como soy, por haberme puesto a fumar porros mientras me vestía para la ocasión, no seleccioné la ropa interior adecuada…en algún despiste me calzé la vedettina de algodón con ositos y moñito en vez de la tanguita de encaje…Qué mujer deplorable debía parecer ante los ojos de ese pobre tipo que no paraba de reirse, pero de otros paros aún nada…
Le propuse pasar a otra cosa mariposa, que el estritís no funcionaría…Pero él insistió y sus deseos eran órdenes…
Yo, gran miradora de películas, recordaba varios bailecitos que podía poner en práctica…Demi Moore es Demi Moore pero cualquiera puede sacarse el corpiño de un tirón. Fui detrás de esa opción pero las cosas volvieron a salirme mal porque las películas son películas y la realidad es la realidad…cuando tironee el braseir con toda la ira de la calentura, los elásticos volvieron sobre mí y me hice mierda la espalda…Luego de un par de tironeos y enrosques parecía que ya salía, ya salía pero se enredó en mi pelo y el pobre hombre tuvo que traer una tijera y cortarme un mechón con ñocorpi y todo.
Último intento, faltaba la bombacha de ositos…Oh! No podía hacerla intervenir a ella en esas cosas poco serias…con ella puesta yo miraba los dibujitos y comía helado…Pobre bombacha…pero no quedó otra…Música de por medio intenté quitarme la chabomba…y me di por vencida…yo no sé cómo harán las profesionales pero no me salió ni parecido…Nuevamente mi cara se encontró con el piso…
Basta.
No quise más ser gauchita, sólo quería tirarme boca arriba en el suelo y ver el techo girando arriba mío.
Pero en eso, mi acompañante se acercó aplaudiendo. Muerto de la risa sacó a su amigo y eso fue lo primero que me hizo felìz en largo rato. Un poco dolorida por los porrazos me dispuse a hacerle un buen pete..que esos sí, me dijeron que me salen lindos!