Cuando el test de embarazo me dio positivo…cuando ya era mas que obvio que los vómitos no eran un problemita del hígado, cuando el dolor de tetas no estaba indicando que me iba a venir, cuando fue mas que claro que Andrés no venia y no venia y que por mas que lo espere nunca iba a venir…tuve que informar a mi familia para dar la buena nueva. El mitad responsable del delito me pedía arrodillado que espere, que aún no era tiempo de avisar, que hagamos otro test, que capaz había algo mal. Pero lo cierto era que ya estaba hasta la pija.
Yo tengo un problema. Si, otro más. Cuando tengo que decir algo que no quiero decir elijo entre dos caminos antagónicos: o invento una mentira que nadie se la cree, introduciendo a ovnis, perros que leen, fantasmas del caribe y otros seres atípicos en el relato o bien soy brutalmente sincera y la mando sin vaselina. A mis amigas les mande mensajes de texto diciendo: “Estoy embarazada…chan!”…pero con mi mama la cosita fue un poquito mas extensa. En realidad la que la extendió fue ella. Como estaba a miles de kilómetros de su geta de orto y de su puño golpeador, fue fácil en un principio abrir mi correo y completar:
ASUNTO: Notición!
CUERPO DEL TEXTO: Vas a ser abuelaaaaaa
La respuesta que recibí no tenía ni la misma brevedad ni la misma emoción. Me llovieron preguntas tipo: ¿Quién? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? Y todo eso de las cinco W y otras más.
El problema era que mi madre había conocido al mitad culpable del asunto sólo un mes antes de que su espermatozoide se encontrara con mi ovulo fértil, en unas vacaciones en las que lo invité a mi casa para presentarlo como “pseudocandidato” porque me daba vergüenza hacerme cargo de la relación.
Y eso era pecado.
Mi mamá no sólo se enteró de que estaba con el bombo lleno sino, peor, de que me habían desvirgado a años luz de una noche de bodas (si ella supiera, si ella supiera…)
Al día siguiente recibí los pasajes para presentarme en su casa lo antes posible para darle las explicaciones correspondientes. Y ahí si que no fui tan guapita y que lo de brutalmente sincera me empezó a hinchar un poco las pelotas. Lo que no comprendía era qué explicaciones quería Constantina, si todos sabemos el CÓMO…Lo demás ya estaba hecho.
En el avión me lancé todo y cuando llegué a destino me quise matar porque obvio que esta puta que me parió no había ido a esperarme y el aeropuerto queda a 40 km de la casa de ella…No importa cómo pero llegué hasta su hogar, cadavérica y sedienta.
Susi me abrió la puerta…la señora que hace en casa todo lo que a la puta que me parió no le gusta hacer. Susi me miró con cara de pocos amigos, otra vieja chota ultra católica, apenas si me saludó…”Ma si, que se la culee un perro”, pensé mientras entraba y tomaba asiento adonde Susi me indicaba, como haciéndome notar que yo ya no era de la casa sino una visitante más.
El lugar estaba igual que hacía quichiticientos años, con mas olor a museo que nunca. En eso escuché los tacos de mamá retumbando con actitud contra el piso, a destiempo…Me di cuenta enseguida…estaba borracha (sí, hijo de tigre no nace cordero, los beodos no distinguimos entre las 3 de la tarde o las 12 de la noche para beber)…se sentó en un silloncito frente a mí sin decirme ni hola, apoyando con furia su culo huesudo y destilando olor a crema anti arrugas. Por detrás de ella venía África, la señorita encargada de la cocina…y de verdad que se llama África, no es que la racista de Constantina le haya puesto así por su color de piel.
La mujer con nombre de continente nos sirvió el té y preguntó: “¿Necesita algo mas señora?”….y mamá le respondió “No…podés tomarte el día libre”…
Sentí miedo…se me frunció el orto.
Constantina no era buena con sus empleadas, al contrario, es una insoportable bruja explotadora así que inmediatamente lo supe: “Esta me va a re cagar a palo”.
-Hablá- me dijo.
Yo miraba la mesita ratona pensando qué carajo decirle…una mesita del año del pedo que mi mama gusta en llamar “mesita Luis XIV”…da igual, es mas vieja que la mierda.
Lo de brutalmente sincera se había extinguido ante su rígida presencia, entonces empecé a hacer uso de mis capacidades mentirativas:
-Bueno, mira mama, yo se que esto te va a acongojar pero pasó…esteeeeee lo que pasó fue que…Estaba yo sentada, tejiendo la púrpura y leyendo la bilbia cuando de repente entrose por la ventana el arcángel Gabriel y dijoseme “bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre”…Yo me quedé anonadada mamucha y le dije: “Whhhhhhhhhhaaaaaaaaaat a faaaaaac einyel Gueibriel????
Y él respondióse: Tendrás un hijo, lo llamarás como se cante el culo…deberás cuidarlo sanamente, mientras tanto vivirás de tus padres hasta que este hijo pueda mantenerte…
Y se fue ma, el arcángel se fue y yo….
Stop.
Me hizo una seña con la mano para que pare mi relato, se acercó a mi y estampilló su mano contra mi cachete…¡y mierda que picó!
-Hablá- repitió mientras volvía a poner el tuje en el silloncito.
Como la mesita ratona no me había inspirado una historia convincente, al menos para mi madre, empecé a mirar el techo…hasta que se me ocurrió.
-¿¿¿Te acordas ma del viaje a Cuba??? Bueno nunca te lo conté por que quería que sea una sorpresa pero cuando estaba allá conocí a un Doctor que es la vanguardia en medicina genética. La cosa es que hable mucho con él y me dijo que yo era tipo re inteligente y tipo como que tipo tipo nada, tipo que se notaba que tipo, que yo onda que tipo que era re copada y que tipo tenia un nivel intelectual re tipo alto entonces tipo me eligió tipo a mi entre unas mil y tipo de minas para ser parte de su nueva investigación y bueno tipo que acá esta, tipo que este es un proyecto de ciencias, que va a salir tipo en cinco meses, osea tipo 10 meses antes que cualquier bebe normal y tipo que estoy re emoción por…
Stop.
-Viajaste a Cuba cuando tenías 17 años pendeja retrasada…..-
Esta vez Constantina revoleó la taza de té contra la mesa más vieja que la mierda quemándome en el estallido re fulero. Vi su cara de sorpresa y dolor, pero no por haberme lastimado sin por haber atentado contra su ratona Luis XIV.
-¿Ves lo que me haces hacer estúpida? …Hablá de una vez por todas.
-Bueno ma te cuento, es así…Un señor aportó su semillita así de pequeñita y me dio para que la guarde en mi pancita, por que dicen que es mágica y que de a poquito iba a ir creciendo y transformándose en personita, re loca la semillita…
-No me tomes el pelo tarada mental- me dijo levantando la mesa con tetera y todo contra mi y volviendo a quemarme horrible.
Tuve que encontrar un punto medio entre la sinceridad sin vaselina y las mentiras porque iba a terminar descuartizada. La tortura de esta trola funciona conmigo para autobuchonearme. Entonces le contesté:
-Mira pelotuda, es corta la bocha… En el descanso de los anticonceptivos me mande una re cagada y bueno que va a ser, si “Pepe” me re calienta y tiene la verga re potente y bueno, los tragos, las vacaciones en esa playa, la música, la brisa, yo que poronga me iba a poner a contar los días si estaba re en pedo danzando en patas con la pija de Pepe apoyada en el orto, me calenté y bueno, paso lo que paso…
-Ah! con que es de “ese”…
-Si, peor sería que fuera del Espíritu Santo…
-¿Se van a casar?
-Ni aunque me pagues un millón de dólares…
-Bueno, hoy podes quedarte en esta casa, usa las habitaciones que son para los invitados…Mañana desaparece para siempre, yo no eduqué una hija para que la embarace un morocho…(epa epa, les dije que era racista)…
Pero a la noche la sentí deambular por la casa más en pedo que nunca, puteando y maldiciendo. Cuando ya estaba rozando el coma alcohólico entró a mi pieza, se sentó al borde de la cama y me dijo:
-Cuando vuelva tu padre de viaje te aconsejo que vayas al grano…no le des ideas de médicos genetistas ni de nada relacionado con ADN y esas cosas por que se le va a prender la lamparita…
-¿Y qué mamá? ¿ Qué tiene de malo lo del medico genetista y la lamparita?
-Que me va a pedir que me haga uno, seguramente, y ni vos ni tus hermanos mayores son de él…Sssshhh no digas nada…salvo que ese medico amigo tuyo sepa alterar los resultados o que el señor que pone semillitas le diga que se cruzó conmigo en el pasado…-
Constantina se paró y se fue chocándose contra las paredes.
Notición.
Esa si que había venido sin vaselina…todavía me duele el ojete tras semejante confesión!